domingo, 26 de septiembre de 2010

TIEMPOS AUTENTICOS

                    Esta mañana, mientras me dirigía al trabajo en el coche, he ido escuchando un viejo disco de cuando tenía 16 o 17 años, Imán Califato Independiente; su música arrebatadora, su sonido diferente y rotundamente libre, me sigue subyugando.

             Que buenos tiempos aquellos para la música en Sevilla: Triana, Alameda, Imán,Guadalquivir, Lole y Manuel, el Dios Silvio, música auténtica, para tiempos auténticos.¿Tiempo auténticos?, o esa era la sensación que nos da ahora que rondamos la cincuentena.¿Añoramos la música, los acontecimientos de entonces, o quizás, la juventud , la rebeldía de aquellos 16 años?.Un cúmulo de interrogantes se empieza a desmadejar como el hilo de un ovillo en mi mente.

                     ¿Porque la juventud de aquellos años era muy diferente a la de Hoy?Teníamos sueños, ideales, nos importaba el compromiso, queríamos hacer un Mundo mejor, pero para todos, no solo para nosotros, aún creíamos en esa hermosa utopía.Hoy,  aunque también hay excepciones, muchos jóvenes buscan el camino más fácil, lo importante es ganar mucho dinero doblándola lo menos posible; da igual a quien haya que putear con tal de conseguir una popularidad efímera, ficticia, de kleenex, o un alto status económico; en aquellos años, no se concebiría lo que hoy han dado en llamar "la generación NINI".¿Porque en estos tiempos al que trabaja mucho, se esfuerza, generalmente se le tacha de gilipollas?.

              Y la clase política,  ¿como ha podido  degenerar de esta forma tan alarmante, lo que tanto les costo conseguir  a generaciones pretéritas?
                Entonces, en esos años de la Transición, a pesar de los problemas, a pesar de la violencia desmesurada de algunos nostálgicos (esto le suena al algún dirigente deportivo), creíamos que los políticos ayudarían a la sociedad a hacer una Andalucía mejor, una España mejor.¿Como han dado lugar a la desvergüenza, a la inmoralidad, y lo que es peor a la casi impunidad de casos como el Malaya, el Gürtel o el MercaSevilla?¿Tanta influencia ha tenido el Gilismo en la clase política española?, y ciñéndonos a nuestra ciudad,¿ como políticos de la talla de Adolfo Cuéllar, Rosa Bendala o Manuel Clavero, han sido relevados en nuestro tiempo por individuos como el Sr. Rodrigo Torrijos?.


               ¿Y las relaciones sentimentales, las relaciones de pareja?, entonces el vino sabia a vino,  y las rosas eran más rosas, hasta nos emborrachábamos por amor, creíamos en el amor.
                Bien es verdad que había quién practicaba el sexo por el sexo, pero eran minoría, algunos hippies trasnochados, como los de la comuna del final de Pagés del Corro, aquellos primeros Punkies que pululaban por el Arenal en los alrededores del Groucho, pero las mayoría de los jóvenes, aunque hubieran tenido dos o tres relaciones anteriores, buscaban una pareja, una estabilidad sentimental y emocional, ser felices, formar un hogar, casi todos tener hijos, conseguir lo que yo llamo "el dulce aburguesamiento" y envejecer juntos; hasta esto esta pasado de moda, no queremos parecer viejos, no queremos que se note el paso de los años, en una falsa y artificial juventud.
              
               Bótox, cirugía estética, silicona,  implantes capilares, tratamientos de belleza, todo es poco para engañar el paso del tiempo, para borrar los surcos de los momentos felices y desgraciados que la vida va dejando en nuestro rostro y en nuestro cuerpo.


                Pero volvamos a las relaciones amorosas, definitivamente corren malos tiempos para el amor, hoy las relaciones de parejas parecen como esos coleccionables con los que nos bombardean en la tele que mientras que sean baratos y no requieran mucha dedicación , los juntamos cuantos más mejor.


                   No le damos importancia al amor,  o la que se le debería dar al amor verdadero, hoy todo se agarra a la amistad, interesada por supuesto; incluso inventamos una nueva forma de amistad, el follamigo, para así poder confundir con toda tranquilidad: el afecto, el cariño, la complicidad, con dejarnos llevar por nuestro instinto animal y comportarnos como un perro o una perra en celo.
                     Ante lo teníamos más claro, creo yo, y cuando en un grupo se chingaba a diestro o siniestro era porque estábamos borrachos como una cuba, o porque teníamos un calentón de no te menees, pero sabíamos, teníamos la absoluta certeza , de que si eso pasaba más de dos o tres veces, la amistad con ese hombre o esa mujer se iba a tomar por saco.
                       Por eso mientras siguen en mi cabeza las notas sinfónicas de Imán, pienso que, quizás en mi nostalgia lleve bastante razón, eran tiempos más auténticos, con una juventud más autentica, con sentimientos y compromisos más auténticos, con valores más auténticos.Hoy todo vale, todo se justifica y comprende, cuanto más audiencia, mas dividendos o más morbo de, mucho, pero que mucho mejor.

jueves, 23 de septiembre de 2010

PREGÓN DE LAS TABERNAS

    

                 Muchos que se las dan de moderno os han desprestigiado; muchos, creyéndose gurus del buen comer y críticos de la restauración os han ofendido diciendo:

           "Es que a Sevilla, lo que le faltan son buenos restaurantes y le sobra tantas tabernas".

           Hoy, a modo de desagravio, gloriosas tabernas de Sevilla, bares de barrio de siempre, quiero dedicaros un pregón sencillo.Un pregón con el regusto que deja en el gaznate, el mosto nuevo que nos viene cada otoño del Aljarafe, un pregón con el olorcillo a buen aceite (cuando es bueno, es bueno)
del humo de freír pavías de bacalao y con la bendita pringuecita que suelta, gloria bendita, una buena loncha de jamón de la serranía de Huelva.

         Vosotras, antiguas tabernas de Sevilla, nos ofrecéis el rincón amable para confortar la soledad, el ambiente para la charla, para la reunión animada con los viejos amigos, la muda complicidad de vuestras paredes para el primer beso, y también nos ofrecéis cultura, sino que se lo pregunten a la tertulia "ALBA DE MARES", o a la pintora CARMEN LAFFÓN.

         Vosotras, sabéis de la cultura de los libros, de los pinceles, pero también de la cultura de la vida que nos imparten esos catedráticos del moyate, siempre que no sean unos esaboríos , que en una barra de madera, con más muescas que las pistolas del COYOTE, cada vez que abren la boca para contarnos algo, es como si se abriera de par en par las puertas de la Universidad de la Calle.

        Acercaos, acercaos sevillanos, a disfrutar de vuestras tabernas, de todas aquellas que se han zafado de la garra del peloteado y protegido General Robles.Acercaos a gozad de esos bares sencillos que luchan día a día contra el Imperio de la glotonería americana y de los cafés en vaso de plástico.

           Disfrutar de unos boquerones en adobo, que se gozan primero con el olor desde que llegamos a la estatua de PASTORA IMPERIO en BLANCO CERILLO,  de la buena chacina que en la Plaza de los Venerables, nos servirán en CASA ROMAN, o de las espinacas con garbanzos, capricho de dioses capillitas que nos ponen en "EL RINCONCILLO" en el mismo sitio desde hace varios siglos.Echar un paseito  hasta la calle Feria para tomar una rubia en el VIZCAÍNO tan fresquita como la que ya nos habremos hincado en el TREMENDO de SANTA CATALINA, llegaros a Palacios Malaver para disfrutar del arte y de la gracia del buen amigo JEROMI, macareno por los cuatro costaos.

       Salir extramuros para por donde Pió XII saborear cualquiera de los  montaditos,( recomiendo el bacalao macerado o pida un pacos) en la taberna ALBORES de JUAN MORALES, llegaros al barrio de San Bernardo para deleitaros con las papas con choco de CASA RAMIREZ, y desde allí coger el imaginario tranvía que va al Cerro, para , único moderno de la cosecha, gozar de las tapitas de LA TATA en el Plantinar sin olvidaros dejar un huequecito para al llegar al JUNCAL, chuparnos los dedos con las cabrillas o los caracoles de CASA PACO.

       El mismo chupeteo que disfrutaremos en Triana, tras cruzar a la otra orilla, o si lo preferimos cambiar los cuernos por las alitas de los pajaros de CASA RUPERTO o los pinchitos de SALOMÓN en López de Gomara,  bajar hasta el barrio de San Gonzalo para degustar los calabacines o el pulpo de CASIMIRO, o subir por San Jacinto para gozar de la pavía o de los huevos a la flamenca del bar OLIVA.

       Y después, antes del postre helado en la FIORENTINA, acercarnos al barrio del Arenal, y en la antigua calle de la MAR, disfrutar con los ojos, con el olfato, con el paladar de dos tabernas, tabernas, de las de autentica solera, oloroso, moscatel o vino de naranja, una enfrente de la otra, CASA MORALES y la TABERNA .DIAZ SALAZAR

       Tabernas de Sevilla que no solo nos ofrecéis el exquisito placer de vuestras tapas, el néctar de los dioses, ese vino que embriagaría al mismo BACO, sino que además en cada bocado, en cada trago, nos estáis dando a probar gran parte de la más pura esencia de Sevilla.

      He dicho.


      ENVÍO:  A Juan María Morales y a Manolo Ramirez Rubio, ilustres taberneros y fotógrafos cofrades de Sevilla.

sábado, 18 de septiembre de 2010

ANGELES SIN ALAS

            

            Sevilla tiene unos ángeles, que cuidan en la madrugada, a los que padecen solos, a los que no tiene nada.Son ángeles de manos  bellas, trabajadoras y blancas, manos que la cruz de Cristo, humildes un día abrazaran,manos sencillas que ofrecen caridades y plegarias.

               Caridad para los pobres de esa Sevilla olvidada, que en la más cruel miseria cada día se levantan.Plegarias para agradecer el sol de cada mañana, el pan, el cielo, las flores y el calor de una morada.

               Son dulce manos de ángeles que bordan, cocen y planchan, y que rezan el rosario llenando de paz las almas.

              Una noche oscura y fría,  por las calles sevillanas, deprisa y sin hacer ruido, yo vi como caminaban.¡Sí!, sé que eran mis ángeles, aunque no tuviesen alas, llevaban un recio habito de estameña y tocas blancas.

                Las vi perderse en el barrio, buscando una humilde casa, de allí se fue la alegría, solo la tristeza aguarda.
            Ellas son como una luz, hilo puro de esperanza; una velará al enfermo, la otra limpiara la sala.Y volverán al convento cuando llegue la mañana, deprisa y sin hacer ruido por las calles sevillanas. 
   
                Florece la  Primavera, llegó la Semana Santa, la ESPERANZA va al convento que quiere darle las gracias, por su amor hacia los pobres, por su labor abnegada.
                    Ellas esperaban contentas, en su puerta arrodilladas, y con sus cantos hermosos la bienvenida le daban.

                  ¡Si!, yo sé que eran ángeles, esas benditas hermanas, ángeles con recio hábito, ángeles de tocas blancas, LAS HERMANAS DE LA CRUZ, dulces hijas de SOR ÁNGELA.



Envío : A aquellos que todavía, a día de hoy, no quieren comprender, que 50.000 devotas y agradecidas almas no caben, ni siquiera, en la tercera Catedral de la cristiandad; a aquellos, que ciegos por un falso sentido de la tradición, por un exagerado alarde de sevillanía, no aciertan a ver, que la Virgen, en un día tan grande para Madre Angelita,  para Madre María de la Purísima y sus Hijas de la Cruz, cambiaría gozosa, el manto y la corona, el paso y la música, las flores y la cera, hasta el Arco y la Basílica por un simple sayal pardo de estameña y una toca blanca, para convertirse, ni más ni menos,
en otro de estos ÁNGELES SIN ALAS.
                
           

miércoles, 15 de septiembre de 2010

YO, AUTE

             Después de varios años leyendo entradas en numerosos blogs, después de cotillear en el perfil de muchos y muchas habitantes de la Blogosfera, he comprobado que tanto JOAN MANUEL SERRAT como  JOAQUÍN SABINA tienen muchísimos seguidores.
             Bueno, pues yo, aunque me gusta mucho el  NANO del Poble Sec, aunque me gusta el Sabina de "MALAS COMPAÑIAS", de "LA MANDRÁGORA", O DE "RULETA RUSA", soy más de AUTE, soy de los que, cuando me haga mayor, quiero decir más mayor, me gustaría ser como LUIS EDUARDO AUTE.


             Me gustan mucho sus canciones, me encanta como le canta a la mujer, al  amor y al desamor, me cautivan esas letras , a veces extrañas, pero llenas de melancólica poesía.
             Me atrapa su voz, personal, profunda, no es hermosa pero tiene gran magnetismo, no canta bien, a fuer de ser sincero, pero como un COHEN, un MOUSTAKI en español, tiene algo que la hace irrepetible.
             Me fascina su pintura, quizás una faceta de AUTE no demasiado conocida, donde sin embargo, según sus propias palabras,  el se siente más a gusto, donde se siente más libre como artista.



             En definitiva, que soy muy de LUIS EDUARDO AUTE, del cantante y de la persona.Admiro su independencia, su personalidad, su falta de divismo, su forma de vivir sin poses, sin declaraciones altisonantes o grandilocuentes para llamar la atención, su compromiso social sin militancia política.
             Un artista como la copa de un pino, que durante toda su carrera le ha dejado a la música española autenticas maravillas como "AL ALBA","ROSAS EN EL MAR","PASABA POR AQUÍ","NO TE DESNUDES TODAVÍA","QUEDA LA MÚSICA", y la que sin duda es una de las más hermosas canciones de amor de España de todos los tiempos.Quien no ha escuchado o ha canturreado alguna vez esto que empieza.


           "FUE EN ESE CINE TE ACUERDAS, EN UNA MAÑANA AL
            ESTE DEL EDÉN, JAMES DEAN TIRABA PIEDRAS....."



domingo, 12 de septiembre de 2010

MIS AÑOS DE COLEGIO - 2ª PARTE (1.974-1.977)


                  

         Pues sí, muchas cosas estaban cambiando a mi alrededor en ese tramo final del 5º curso.¿Porqué,si antes no queríamos ver a una niña cerca ni en pintura, ahora toda la panda hacia lo imposible por acercarse a ellas?,¿porqué, si antes nos llevábamos todo el recreo jugando,ahora perdíamos el tiempo sentados,observandolas embobados como pasmarotes?.El caso es que ellas también habían cambiado en su actitud hacia nosotros, ahora nos miraban y se reían, se reunían en grupitos cuchicheando por lo bajini, y si nos sentían llegar cambiaban de tono y conversación.Incluso alguna, cuando uno de mis amigos más lanzados se paraba para hablarle, se ponía roja como un tomate y le entraba la tartamudez, mientras las otras, a lo lejos, empezaban a cantar a coro "a fulanita le gusta, a fulanita le gusta". 
                 Definitivamente, algo estaba sucediendo, porque yo mismo experimentaba sensaciones que no sabía explicar, hasta mi cuerpo reaccionaba de un modo extraño, como nunca antes lo había notado.¿Sería lo que nos ocurría  lo que mi madre llamaba "la edad del pavo"?,¿sería esta serie de cambios "hacerse mayor"?.La verdad que su explicaciones tampoco me aclaraban mucho,- mi padre no podía sacarme de dudas porque el pobre siempre estaba trabajando - y cuando le preguntaba porque me estaban saliendo tantos granos, porque me estaban saliendo unas pelusillas debajo de los brazos o alrededor de mis partes, solo me repetía: ¡anda niño, no te asustes, que eso le pasa a todos los hombres! y hay se acababa la conversación.Por supuesto no le dije, porque me daba corte, que muchas mañanas "mi hermana pequeña", como con guasa le llamábamos los chavales, amanecía grande y dura, y a veces mojada - sería que ella también se hacía mayor-.
                 Pasaron los días, y enmedio de todas estas interrogantes llegaron las vacaciones, y cuando fui a la playa eso si que fue para volverse loco.Ya no jugaba a la pelota, ni con la arena, sino que me quedaba hipnotizado viendo a las chicas en bañador o bikini,cada vez me gustaba más mirar a las niñas, sobre todo a las que le habían crecido las tetas,  cuanto más cerca las viera mejor, y el caso es que no sabía como disimular el pronunciado bulto que se notaba bajo mi meiba, solo acertaba a correr para meterme en el agua hasta que se bajaba.
                 Y así, entre calentón y chapuzón, entre chapuzón y calentón  se acabo el verano, y volvieron las clases; no podía ni imaginar la cantidad , de novedades,  de nuevos descubrimientos que me esperaba en ese 6º de E.G.B. que empezaba en Septiembre del 74.
                 Para empezar, otro aire, algo diferente empezaba a respirarse en el ambiente; se seguía izando la bandera, pero ya no se cantaba tanto, y después entrabamos tranquilos, pero sin ese aire militar de años atrás;  subíamos una planta más en el viejo edificio de nuestro colegio y compartíamos clase con nuevos compañeros, solo niños, todavía.
                 La primera grata sorpresa fue que ya no había palmeta, ni falta que hacia, y tampoco quedaba rastro de los vetustos maestros, - a excepción del eterno Director DON MODESTO -.Al entrar en las aulas, un señor de mediana edad, nos dijo que era nuestro TUTOR además de darnos clases de Matemáticas y Ciencias Naturales,  que pasaría lista para conocernos y que después nos presentaría a los demás profesores.¡Teniamos más de uno, e incluso una señorita!. Recuerdo que se llamaba DON ANTONIO, con gafas y bigote, serio pero agradable en el trato.Ese día conocimos a DON MIGUEL, de Lengua y Literatura, que era un poco "graciosillo", sobre todo si se acercaba una niña, y de cuando en cuando, le gustaba tirarte de las patillas, - tenía algunos ramalazos del sistema antiguo; la Señorita GENOVEVA, de Historia, que era un poco gangosa y a la pobre desde el primer día ya le endilgamos un mote que se le quedo para los restos "LA BOCA CHOCHO", por como movía la misma al hablar, y otro profesor que ahora mismo no recuerdo.
                
               Pero sin duda, del profesor que más me acuerdo, que más nostalgia siento al recordar, es de D. FLORENCIO MORCILLO, es del único que recuerdo hasta el apellido, mi preparador de Gimnasia, pero sobre todo el entrenador de mi equipo de balonmano.Sí, mi amigos soñadores, en Octubre de 1.974 me seleccionaron para el equipo "alevín" de balonmano de mi colegio en el que estuve dos temporadas llenas de emociones, de vivencias, pero sobre todos de gratos momentos, -  a pesar de lo duro de los entrenamientos, del peso de los balones medicinales, el sacrificio siempre mereció la pena-. Entramos en el equipo,  mi amigo José María Cumplido y yo, el de extremo y yo de lateral en funciones defensivas.Para mi, sigue siendo un inmenso orgullo, y han pasado ya treintaycinco años, haber sido subcampeón escolar de Sevilla, en una extraordinaria final que jugamos en las antiguas instalaciones de CHAPINA y que perdimos por tan solo un gol contra el prestigioso colegio, nosotros que eramos un humilde colegio de barrio, de los PADRES BLANCOS de LOS REMEDIOS, - menudas instalaciones que tenían los gachones,  igualito que nuestro campo de albero -.Lamentablemente la medalla que me dieron en aquella ocasión la perdí en casa de mis padres, pero la satisfacción interior y el saberme parte del embrión, de la raíz de uno de los equipos deportivos más importantes de mi barrio de TRIANA, el C.B. ELENA CANEL, posteriormente VIVERO ELENA CANEL y CB. TRIANA, ese TITULO no me lo quita nadie.
         
               Otra de las cosas, que junto a la palmeta desaparecieron de mi colegio, fue la frontera de los dos recreos,  a partir de entonces solo hubo uno inmenso, que podíamos recorrer con entera libertad, a excepción de una zona acotada para los más  pequeños.Por fin , podíamos ir con las niñas, aunque a decir verdad,  solo nos juntábamos para jugar al coger, o a las prendas - juego que siempre sugeríamos los niños, a ver si nos daban un beso o cogíamos una cacha, con el bofetón de propina si nos pasábamos en el magreo -, el resto de los días seguíamos haciendo grupos de chicos y chicas.Ellas, se sentaban junto a las paredes a hablar de "SUS COSAS", y nosotros   salvajeabamos dando balonazos, que a veces , con mucha mala idea, dirigíamos hacia sus grupitos, o jugábamos a las bolas o a los montones de estampas, precisamente, un malentendido, una confusión, con el intercambio que hacíamos de estas, me permitio el mejor descubrimiento del curso, el conocer una experiencia, una sensación única, que ya disfrutaría no solo en mi juventud, sino que espero que por muchos años.
               Era una mañana calurosa, no se si de Marzo o Abril, no se como, me había quedado solo en el patio. Pegados a la valla, en un rincón, como  escondidos,  vi a un grupito pequeño de chavales de séptimo o octavo mirando algo en circulo.Me acerque a ellos para ver si estaban cambiando estampas de la colección de fútbol de esa temporada, ellos seguían a lo suyo sin echarme mucha cuenta.Lo que vi al mirar por encima del hombro del más  pequeño, hizo que se me pusiera como el palo de la bandera; lo que contemplaban, disimuladamente entre unos folios era unas cuantas hojas arrugadas de una revista extranjera, estaban llena de fotografías de tías en pelota, tenían las tetas muy gordas y posaban con las piernas abiertas y con gestos muy guarros.Pero más incluso que las fotos, lo que pico mi curiosidad fue su conversación en voz queda: "Mira que están buenas, estoy deseando llegar a mi casa para echarme en la cama a tocar la zambomba, menudo pajote, veras que gusto".No conseguía entender muy bien toda esa palabrería, pero entre el tono al relatarlo  y sus movimientos, comprendí que sería algo que no convenía que se enteraran los padres, que había que hacer solo, y por supuesto que tenia que ver con la dureza de "mi cosa", con lo que me estaba ocurriendo en los últimos meses.Al acabar las clases salí zumbando para casa, y aprovechando que mi madre fue un momento a casa de mi abuela que vivía cerca, me encerré en el water, lo de la cama no me pareció muy seguro, y pensando en las niñas del colegio desnudas y haciendo poses,- yo no tenía revistas de tías - , empecé a frotarme de arriba a abajo, de abajo a arriba, como decían los chavales.No podía parar, y el gusto, efectivamente, era cada vez mayor, hasta que al poco y enmedio de un gozo que nunca había sentido, note que un liquido espeso, caliente y blanco me lleno toda la mano.¡Me había masturbado por primera vez, había descubierto el sexo!.Tanto me gusto la experiencia, que ese día volví a repetirla dos o tres veces. Durante meses raro era el día que no lo hacia.
           Y así, entre entrenamiento y partidos de balonmano, entre clases, evaluaciones y examenes, entre horas de estar firme en el pasillo, así nos castigaban en  esa época, entre infinidad de masturbaciones, siguió ese curso y el siguiente.Ya hacía tiempo que había comenzado a soñar con salir con una chica, a imaginar como sería, esa practica que me daba tanto placer, compartida con una niña que me acariciara, y yo a ella, mientras nos dábamos un beso;  esa sensación tendría que esperar aún varios años. 
         Pero volvamos  a los amigos, en este séptimo curso conocí a dos nuevos, JOAQUÍN VEGA y ANTONIO DE MIGUEL, - con VEGA seguiría incluso en el INSTITUTO, con los que compartiría muchas emociones. También este año, conocí a unos personajes que después se harían bastante famosos, AGUSTÍN PANTOJA, - su hermana ISABEL, ya había estado en el Colegio años antes -, y sobre todo a dos hermanos a los que le encantaban hacer gracias y contar chistes y que parecían americanos, CESAR y JORGE CADAVAL, los conocidos MORANCOS. 
            Poco a poco, se acercaba el  octavo de E.G.B. en que había que apretarse las clavijas para aprobarlo todo y poder entrar en el B.U.P.; una nueva sorpresa, en cuanto al profesorado, esperaba en este ultimo curso en  el colegio. Cuando ya nos habíamos acostumbrado a varios maestros, y esto nos hacía creernos mayores y más importantes, al entrar en la clase el primer día,vimos de nuevo a un señor mayor, se parecía a SHREK, pero en humano y con el pelo blanco, vestido con un traje negro y corbata negra apoyado en la mesa del profesor.¡Era nuestro único maestro para el ultimo curso!.
          Hoy sin embargo, y con la amplitud de miras que dan los años, he de reconocer que estuvimos equivocados. DON RICARDO, que así se llamaba ese señor, ya fallecido, era un autentico MAESTRO DE VOCACIÓN, una institución, en el buen sentido de la palabra, de nuestro colegio.DON RICARDO encerraba en su oronda figura al Humanista, al Filosofo, al Matemático, era una autentica enciclopedia del saber, además de una persona  que tenía un trato muy especial con chicos y chicas,¡ por primera vez estaba con chicas en la clase ! en una edad difícil,- con una mente muy abierta para sus años -, explicaba de todo, hablaba de todo, y ni una voz ni un mal castigo, todo con educación y mano izquierda, seguramente el mejor educador que yo haya tenido nunca en toda mi vida de estudios.
               Como he comentado, ya compartiamos aula con las chicas, y eso nos permitio a Joaquín Vega y a mi  sentarnos detrás de dos niñas, CONSUELO Y ADELA , repetidoras de curso, con unos catorce años muy "hechos", que se convirtieron más que en nuestras primeras amigas, en nuestras orientadoras intimas.Las dos como decíamos los chavales estaban muy calientes, estaban muy preparadas, según ellas, y se sabían atractivas, macizas como se dice vulgarmente, y aunque tonteaban con todos, la mayor parte del tiempo estaban con nosotros, aunque fuera del Colegio se iban con chicos del cercano INSTITUTO BECQUER.Se ponían pantalones apretados, con blusas semitransparentes en la que dejaban abiertos los dos primeros botones, y las cachondas disfrutaban agachándose un poco para que pudiéramos verle el sujetador, otra "diversión" era intentar abrirle el click del sostén, cuando estábamos en medio de la clase para ver si se le caía este, pero como se suele decir "ver pero no tocar", en definitiva que eran muy lanzadas y no tenían reparo en hablar de todo, nos traían locos.
            Menos mal, que la experiencia de  don Ricardo y el poco sentido común que nos quedaba nos permitio centrarnos y sacar bien el curso dejando de lado esas "malas influencias", - alguna excusa hay que poner a que realmente no les importáramos un pimiento -, no he vuelto a saber de ellas.Nos esperaba un nuevo reto, el INSTITUTO.
         Bueno amigos, estos son, en la medida que mi memoria a podido ordenarlos, los recuerdos, las alegrías, muchas, las tristezas, afortunadamente pocas, de mis ocho años de colegio.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

MIS AÑOS DE COLEGIO - 1ª PARTE (1.969-1.974)

                             Este Viernes comienzan los niños de Sevilla el curso escolar.De nuevo volverán con sus trolis, con sus mochilas estampadas con héroes, cantantes y futbolistas, cargadas de libros y de ilusiones nuevas; algunos, porque a decir verdad, habrá a quien maldita la gracia que le haga acabar las vacaciones.
                       Bueno, la mayoría volverá al encuentro de viejos compañeros, de antiguos profesores; para otros todo sera novedad - ¿ Me llevare bien con la gente?,¿serán enrollados los profes?.
                   Y al contemplarlos, en grupos riendo, besándose en el reencuentro, ha venido a mi memoria mis años de colegio,- cuanto ha llovido desde entonces -, aquella época en que todo era distinto a hoy, no voy a decir ni mejor ni peor, pero distinto, y que voy a intentar plasmar en  dos entradas, diferenciadas por que en esos dos intervalos de tiempo, que marcan cada una de ellas, mis vivencias fueron muy diferentes, las costumbres de mi colegio cambiaron bastante y por eso hay que dedicarle estos dos capítulos.  
                               Pero empecemos a recordar,  aquella calle de López de Gomara donde vivía: la barbería de Rafael, el supermercado de Placi, la imprenta de mi vecino Avelino, la tienda de electricidad,  el bar Salomón -que aún existe en la actualidad-, el bloque de la señorita Tere, la mujer que en su "miguilla", me enseño mis primeras letras, con la que rellene mis primeras cartillas e hice mis primeras cuentas de restar y sumar.
                             Mi colegio se llama - a pesar del imbécil intento de los de la Memoria Histérica de cambiarlo de nombre - COLEGIO INSPECTORA ELENA CANEL, y lo recuerdo como dos grandes edificios donde dominaba el ladrillo y el color almagra, con la casa de la portera adosada a uno de ellos y dos recreos. Desde el portal de mi casa de aquel entonces, hasta la entrada de mi colegio en la calle Juan Díaz de Solis,- la de los niños, porque las niñas entraban por la puerta que daba a López de Gomara-, habría unos cuatrocientos metros que, cada mañana, se llenaba de una marabunta de chiquillos que llegaban de todas las calles del Tardón, de mi calle, de la calle Asturias, de la cercana Santa Cecilia, todos deprisa, normalmente se iba con la hora justa, que había que estar en el patio antes de que sonara la campana.
                            Lo primero que hacíamos al llegar cada mañana, era el homenaje a la bandera; mientras esta se izaba, todos formados en sus respectivos recreos, los niños en uno, las niñas en otro, cantábamos el Himno, - el de la letra de Pemán-, el "Cara al sol", el "Montañas Nevadas", y alguna más que no recuerdo, y después, en fila y en silencio entrabamos en cada edificio. Como habréis adivinado las clases no eran mixtas, ni siguiera nos encontrábamos por los pasillos ni en el recreo, por eso había dos, lo curioso es que no había ninguna barrera física que los separase, solo una raya imaginaría que nadie, absolutamente nadie, se atrevía a traspasar.
                                Las clases eran impartidas por un único docente para todas las asignaturas, un caballero para los niños, y una profesora o señorita, como la llamaban, para las niñas; recuerdo que durante estos cinco primeros cursos mis profesores eran señores muy mayores, yo los veía como venerables ancianos, seguramente hoy con esa edad estarían ya jubilados, siempre vestidos con traje y corbata,  y con un semblante muy serio; por supuesto, siempre había que hablarles de Usted y poner el Don delante de su nombre, la verdad solo recuerdo al de 1º de E.G.B. Don Francisco y al de 3º Don Ángel, los de los restantes cursos no logro recordarlos, pero todos tenían dos odiosas manías: O te mandaban al Sr. Director Don MODESTO, con lo que tus padres se enteraban de la trasta que habías hecho y se te caía el pelo, o aplicaban el castigo físico,afortunadamente hoy abolido de las aulas,  misión de la que se encargaba al que llamaban "celador", normalmente el tío con más mala leche y más cabrón, - a las cosas hay que llamarlas por su nombre -, de toda la clase; en la mía de primer curso hubo uno especialmente cruel llamado Repiso, que se divertía partiendo las palmetas en las manos de los compañeros cuando le mandaban endiñarle a alguno por no estar callado o hacer alguna travesura.
                         Esta era la parte más triste de esta época de escolar, porque yo, hecha la salvedad de esta salvajada, la verdad, disfrutaba en el colegio.  
                     Entonces no teníamos ni tantos libros, ni tantos cuadernos como se llevan hoy en día, pero creo que los cuidábamos mejor, los lapices, gomas, reglas y colorines los llevábamos en un plumier, - desde pequeño me ha encantado dibujar -, que para mi era como un pequeño tesoro.Me gustaban mucho, y me siguen gustando la Literatura y la Historia, aunque en aquellos años esta asignatura solo se ocupaba de la de España en exclusividad, y ya empezaban a darseme mal, no tanto como años después, las matemáticas.
               En la clase había unos cuarenta alumnos; yo por mi apellido siempre era de los últimos y me sentaba al final, nos ponían de dos en dos, con las mesas pegadas, aunque no se nos permitía hablar con el compañero, salvo raras excepciones, por lo  que los papelitos con mensajes iban y venían por el aire, esto era motivo de numerosos castigos para todos, porque casi nadie se chivaba, bueno, salvo alguna vez el "pelota" de turno, pero ese, después se llevaba la "gatea" o el "gazpacho" del resto del grupo.
             Y en este orden de cosas fuimos haciendo amigos: Alejandro, Valle, Nuñez, Cumplido,- a los que con los años prácticamente perdi la pista, solo se que algunos de ellos trabajan para los "Grandes Almacenes" de Sevilla por excelencía, pero poco más -, con los que jugábamos en el recreo a policías y ladrones, a la bombilla o a palma arriba, palma abajo, y hacíamos campeonatos de fútbol contra las otras clases, nuestro equipo se llamaba "LOS INTOCABLES", no eramos los mejores, pero tampoco los peores, o sea, del montón; las niñas entonces jugaban a la comba, a las muñecas y, sobre todo, al elástico.
            Así entre libros, exámenes y juegos fuimos creciendo y pasando de curso, sobre el año 73 creo recordar, en mi colegio empezaron a darle una mayor  importancia al deporte, y a  parte de la clase de  gimnasia, se crearon equipos de  voleibol para las niñas y balonmano para los niños, aunque solo en los cursos superiores, a partir de 11 años. Jugábamos en los campeonatos escolares y nuestros colores eran el rojo y el blanco. 
          Recuerdo que las chicas de volei eran muy buenas y ganaban casi todos los partidos, disfrutábamos  muchísimo animándolas, viendo su mates y su saltos sobre la red, eran las únicas ocasiones en que cruzabamos la división imaginaria de los recreos.
      Hasta que un día, notamos que nos interesaban más sus muslos desnudos, y lo que se entreveía bajo la falda y el apretado short, que el juego en sí, algo extraño nos ocurría, sería que nos estábamos haciendo "mayores", pero eso seguiremos contándolo en el siguiente capitulo.
                    

domingo, 5 de septiembre de 2010

LOS NIÑOS DE LOS CHIRIPITIFLÁUTICOS

             Maravilloso el documento que he encontrado esta noche en el youtube,espero que lo disfrutéis, y os sintáis tan identificados como yo.Gracias a Javier Lamela Vazquez por ofrecérnoslo.



jueves, 2 de septiembre de 2010

MI MUNDO MAGICO DE LOS TEBEOS

    
 
Cada vez que paseo por la calle CASTILLA, ¡Dios mío que calle, JESÚS NAZARENO, que calle para tener tu casa! , me quedo embelesado, hipnotizado delante del escaparate irrepetible, único y singular como el mismo barrio de TRIANA de la librería DON CECILIO, que no se si lo sabrán mis amigos soñadores era un experto en la sátira periodistica del Noticiario Sevillano, un periódico de principio del siglo XX,  y además el abuelo de nuestra simpar CARMEN SEVILLA.

Como os digo, siempre me quedo parado un buen rato delante de la inmensa cristalera, contemplando el batiburrillo multicolor que se abre ante mis ojos: Discos antiguos y raros, coleccionables de hace ya algunos años, postales amarillentas, programas de mano de cine y teatro, libros curiosos, pero sobre todo lo que más me llama la atención cuando entro son las hileras  de cómics de todas las épocas, (aquí tiene su sede el CIRCULO ANDALUZ DEL TEBEO).

Pienso que la lectura es como una escalera con distintos peldaños, que hay que subir poco a poco .Soy de los que piensan que un niño que lea tebeos, un chaval que lea cómics, cuando crezca, cuando se convierta en hombre será un buen amante de los libros.     
Pero a mi tengo que reconocerlo, me gusta alguna que otra vez, desandar el camino, y por puro entretenimiento, por sana diversión, por mantener el espíritu del niño que todos debemos llevar  dentro volver a encontrarme con los personajes que llenaron de historietas cada etapa de mi vida.

Y así volver a sonreír con las infantiles aventuras de PUMBY, con las
ocurrencias de  PAYASETE  y FUCHININ, y reír con el T.B.O. original,
con las odiseas de la FAMILIA ULISES, con los extravagantes inventos del PROFESOR FRANK DE COPENHAGE, y seguir desternillándome de risa con la familia más extraordinaria de personajes del cómics español , los de la EDITORIAL BRUGUERA, el simple GORDITO RELLENO, el disparatado ANACLETO, las HERMANAS GILDA, los únicos PEPE GOTERA Y OTILIO, ROMPETECHOS, el gamberrote BOTONES SACARINO, los hoy actualizados por una campaña publicitaria de LA CASERA, vecinos de 13 RUÉ DEL PERCEBE , el genial detective ingles SIR TIM O,THEO , y los auténticos mitos del tebeo de nuestro país, los inmensos MORTADELO y FILEMÓN.

Y si quiero revivir aventuras de acción, de ciencia ficción, empezar con los clásicos JABATO y CAPITÁN TRUENO, para seguir con los personajes importados de la MARVEL CÓMICS GROUP: SPIDERMAN, CAPITÁN AMÉRICA, los VENGADORES, la PATRULLA X.
  
          Hasta llegar a mi época más rebelde, más transgresora, cuando descubrí el cómics Underground, lo que se llamo la línea chunga, “EL VIBORA”, “MAKOKI” donde encontré esos otros “personajes para adultos”, ANARCOMA, PETER PUNK, RANK XEROX, y dibujantes tan extraordinarios como NAZARIO o CEESEPE, todos y cada uno de ellos son indispensables, son insustituibles, todos conforman en mi mente para siempre mi mágico mundo de los tebeos.
                             









ENVIÓ: A todos los que, tengan la edad que tengan, se siguen muriendo de risa como si fueran niños, al releer un antiguo tebeo.