domingo, 12 de septiembre de 2010

MIS AÑOS DE COLEGIO - 2ª PARTE (1.974-1.977)


                  

         Pues sí, muchas cosas estaban cambiando a mi alrededor en ese tramo final del 5º curso.¿Porqué,si antes no queríamos ver a una niña cerca ni en pintura, ahora toda la panda hacia lo imposible por acercarse a ellas?,¿porqué, si antes nos llevábamos todo el recreo jugando,ahora perdíamos el tiempo sentados,observandolas embobados como pasmarotes?.El caso es que ellas también habían cambiado en su actitud hacia nosotros, ahora nos miraban y se reían, se reunían en grupitos cuchicheando por lo bajini, y si nos sentían llegar cambiaban de tono y conversación.Incluso alguna, cuando uno de mis amigos más lanzados se paraba para hablarle, se ponía roja como un tomate y le entraba la tartamudez, mientras las otras, a lo lejos, empezaban a cantar a coro "a fulanita le gusta, a fulanita le gusta". 
                 Definitivamente, algo estaba sucediendo, porque yo mismo experimentaba sensaciones que no sabía explicar, hasta mi cuerpo reaccionaba de un modo extraño, como nunca antes lo había notado.¿Sería lo que nos ocurría  lo que mi madre llamaba "la edad del pavo"?,¿sería esta serie de cambios "hacerse mayor"?.La verdad que su explicaciones tampoco me aclaraban mucho,- mi padre no podía sacarme de dudas porque el pobre siempre estaba trabajando - y cuando le preguntaba porque me estaban saliendo tantos granos, porque me estaban saliendo unas pelusillas debajo de los brazos o alrededor de mis partes, solo me repetía: ¡anda niño, no te asustes, que eso le pasa a todos los hombres! y hay se acababa la conversación.Por supuesto no le dije, porque me daba corte, que muchas mañanas "mi hermana pequeña", como con guasa le llamábamos los chavales, amanecía grande y dura, y a veces mojada - sería que ella también se hacía mayor-.
                 Pasaron los días, y enmedio de todas estas interrogantes llegaron las vacaciones, y cuando fui a la playa eso si que fue para volverse loco.Ya no jugaba a la pelota, ni con la arena, sino que me quedaba hipnotizado viendo a las chicas en bañador o bikini,cada vez me gustaba más mirar a las niñas, sobre todo a las que le habían crecido las tetas,  cuanto más cerca las viera mejor, y el caso es que no sabía como disimular el pronunciado bulto que se notaba bajo mi meiba, solo acertaba a correr para meterme en el agua hasta que se bajaba.
                 Y así, entre calentón y chapuzón, entre chapuzón y calentón  se acabo el verano, y volvieron las clases; no podía ni imaginar la cantidad , de novedades,  de nuevos descubrimientos que me esperaba en ese 6º de E.G.B. que empezaba en Septiembre del 74.
                 Para empezar, otro aire, algo diferente empezaba a respirarse en el ambiente; se seguía izando la bandera, pero ya no se cantaba tanto, y después entrabamos tranquilos, pero sin ese aire militar de años atrás;  subíamos una planta más en el viejo edificio de nuestro colegio y compartíamos clase con nuevos compañeros, solo niños, todavía.
                 La primera grata sorpresa fue que ya no había palmeta, ni falta que hacia, y tampoco quedaba rastro de los vetustos maestros, - a excepción del eterno Director DON MODESTO -.Al entrar en las aulas, un señor de mediana edad, nos dijo que era nuestro TUTOR además de darnos clases de Matemáticas y Ciencias Naturales,  que pasaría lista para conocernos y que después nos presentaría a los demás profesores.¡Teniamos más de uno, e incluso una señorita!. Recuerdo que se llamaba DON ANTONIO, con gafas y bigote, serio pero agradable en el trato.Ese día conocimos a DON MIGUEL, de Lengua y Literatura, que era un poco "graciosillo", sobre todo si se acercaba una niña, y de cuando en cuando, le gustaba tirarte de las patillas, - tenía algunos ramalazos del sistema antiguo; la Señorita GENOVEVA, de Historia, que era un poco gangosa y a la pobre desde el primer día ya le endilgamos un mote que se le quedo para los restos "LA BOCA CHOCHO", por como movía la misma al hablar, y otro profesor que ahora mismo no recuerdo.
                
               Pero sin duda, del profesor que más me acuerdo, que más nostalgia siento al recordar, es de D. FLORENCIO MORCILLO, es del único que recuerdo hasta el apellido, mi preparador de Gimnasia, pero sobre todo el entrenador de mi equipo de balonmano.Sí, mi amigos soñadores, en Octubre de 1.974 me seleccionaron para el equipo "alevín" de balonmano de mi colegio en el que estuve dos temporadas llenas de emociones, de vivencias, pero sobre todos de gratos momentos, -  a pesar de lo duro de los entrenamientos, del peso de los balones medicinales, el sacrificio siempre mereció la pena-. Entramos en el equipo,  mi amigo José María Cumplido y yo, el de extremo y yo de lateral en funciones defensivas.Para mi, sigue siendo un inmenso orgullo, y han pasado ya treintaycinco años, haber sido subcampeón escolar de Sevilla, en una extraordinaria final que jugamos en las antiguas instalaciones de CHAPINA y que perdimos por tan solo un gol contra el prestigioso colegio, nosotros que eramos un humilde colegio de barrio, de los PADRES BLANCOS de LOS REMEDIOS, - menudas instalaciones que tenían los gachones,  igualito que nuestro campo de albero -.Lamentablemente la medalla que me dieron en aquella ocasión la perdí en casa de mis padres, pero la satisfacción interior y el saberme parte del embrión, de la raíz de uno de los equipos deportivos más importantes de mi barrio de TRIANA, el C.B. ELENA CANEL, posteriormente VIVERO ELENA CANEL y CB. TRIANA, ese TITULO no me lo quita nadie.
         
               Otra de las cosas, que junto a la palmeta desaparecieron de mi colegio, fue la frontera de los dos recreos,  a partir de entonces solo hubo uno inmenso, que podíamos recorrer con entera libertad, a excepción de una zona acotada para los más  pequeños.Por fin , podíamos ir con las niñas, aunque a decir verdad,  solo nos juntábamos para jugar al coger, o a las prendas - juego que siempre sugeríamos los niños, a ver si nos daban un beso o cogíamos una cacha, con el bofetón de propina si nos pasábamos en el magreo -, el resto de los días seguíamos haciendo grupos de chicos y chicas.Ellas, se sentaban junto a las paredes a hablar de "SUS COSAS", y nosotros   salvajeabamos dando balonazos, que a veces , con mucha mala idea, dirigíamos hacia sus grupitos, o jugábamos a las bolas o a los montones de estampas, precisamente, un malentendido, una confusión, con el intercambio que hacíamos de estas, me permitio el mejor descubrimiento del curso, el conocer una experiencia, una sensación única, que ya disfrutaría no solo en mi juventud, sino que espero que por muchos años.
               Era una mañana calurosa, no se si de Marzo o Abril, no se como, me había quedado solo en el patio. Pegados a la valla, en un rincón, como  escondidos,  vi a un grupito pequeño de chavales de séptimo o octavo mirando algo en circulo.Me acerque a ellos para ver si estaban cambiando estampas de la colección de fútbol de esa temporada, ellos seguían a lo suyo sin echarme mucha cuenta.Lo que vi al mirar por encima del hombro del más  pequeño, hizo que se me pusiera como el palo de la bandera; lo que contemplaban, disimuladamente entre unos folios era unas cuantas hojas arrugadas de una revista extranjera, estaban llena de fotografías de tías en pelota, tenían las tetas muy gordas y posaban con las piernas abiertas y con gestos muy guarros.Pero más incluso que las fotos, lo que pico mi curiosidad fue su conversación en voz queda: "Mira que están buenas, estoy deseando llegar a mi casa para echarme en la cama a tocar la zambomba, menudo pajote, veras que gusto".No conseguía entender muy bien toda esa palabrería, pero entre el tono al relatarlo  y sus movimientos, comprendí que sería algo que no convenía que se enteraran los padres, que había que hacer solo, y por supuesto que tenia que ver con la dureza de "mi cosa", con lo que me estaba ocurriendo en los últimos meses.Al acabar las clases salí zumbando para casa, y aprovechando que mi madre fue un momento a casa de mi abuela que vivía cerca, me encerré en el water, lo de la cama no me pareció muy seguro, y pensando en las niñas del colegio desnudas y haciendo poses,- yo no tenía revistas de tías - , empecé a frotarme de arriba a abajo, de abajo a arriba, como decían los chavales.No podía parar, y el gusto, efectivamente, era cada vez mayor, hasta que al poco y enmedio de un gozo que nunca había sentido, note que un liquido espeso, caliente y blanco me lleno toda la mano.¡Me había masturbado por primera vez, había descubierto el sexo!.Tanto me gusto la experiencia, que ese día volví a repetirla dos o tres veces. Durante meses raro era el día que no lo hacia.
           Y así, entre entrenamiento y partidos de balonmano, entre clases, evaluaciones y examenes, entre horas de estar firme en el pasillo, así nos castigaban en  esa época, entre infinidad de masturbaciones, siguió ese curso y el siguiente.Ya hacía tiempo que había comenzado a soñar con salir con una chica, a imaginar como sería, esa practica que me daba tanto placer, compartida con una niña que me acariciara, y yo a ella, mientras nos dábamos un beso;  esa sensación tendría que esperar aún varios años. 
         Pero volvamos  a los amigos, en este séptimo curso conocí a dos nuevos, JOAQUÍN VEGA y ANTONIO DE MIGUEL, - con VEGA seguiría incluso en el INSTITUTO, con los que compartiría muchas emociones. También este año, conocí a unos personajes que después se harían bastante famosos, AGUSTÍN PANTOJA, - su hermana ISABEL, ya había estado en el Colegio años antes -, y sobre todo a dos hermanos a los que le encantaban hacer gracias y contar chistes y que parecían americanos, CESAR y JORGE CADAVAL, los conocidos MORANCOS. 
            Poco a poco, se acercaba el  octavo de E.G.B. en que había que apretarse las clavijas para aprobarlo todo y poder entrar en el B.U.P.; una nueva sorpresa, en cuanto al profesorado, esperaba en este ultimo curso en  el colegio. Cuando ya nos habíamos acostumbrado a varios maestros, y esto nos hacía creernos mayores y más importantes, al entrar en la clase el primer día,vimos de nuevo a un señor mayor, se parecía a SHREK, pero en humano y con el pelo blanco, vestido con un traje negro y corbata negra apoyado en la mesa del profesor.¡Era nuestro único maestro para el ultimo curso!.
          Hoy sin embargo, y con la amplitud de miras que dan los años, he de reconocer que estuvimos equivocados. DON RICARDO, que así se llamaba ese señor, ya fallecido, era un autentico MAESTRO DE VOCACIÓN, una institución, en el buen sentido de la palabra, de nuestro colegio.DON RICARDO encerraba en su oronda figura al Humanista, al Filosofo, al Matemático, era una autentica enciclopedia del saber, además de una persona  que tenía un trato muy especial con chicos y chicas,¡ por primera vez estaba con chicas en la clase ! en una edad difícil,- con una mente muy abierta para sus años -, explicaba de todo, hablaba de todo, y ni una voz ni un mal castigo, todo con educación y mano izquierda, seguramente el mejor educador que yo haya tenido nunca en toda mi vida de estudios.
               Como he comentado, ya compartiamos aula con las chicas, y eso nos permitio a Joaquín Vega y a mi  sentarnos detrás de dos niñas, CONSUELO Y ADELA , repetidoras de curso, con unos catorce años muy "hechos", que se convirtieron más que en nuestras primeras amigas, en nuestras orientadoras intimas.Las dos como decíamos los chavales estaban muy calientes, estaban muy preparadas, según ellas, y se sabían atractivas, macizas como se dice vulgarmente, y aunque tonteaban con todos, la mayor parte del tiempo estaban con nosotros, aunque fuera del Colegio se iban con chicos del cercano INSTITUTO BECQUER.Se ponían pantalones apretados, con blusas semitransparentes en la que dejaban abiertos los dos primeros botones, y las cachondas disfrutaban agachándose un poco para que pudiéramos verle el sujetador, otra "diversión" era intentar abrirle el click del sostén, cuando estábamos en medio de la clase para ver si se le caía este, pero como se suele decir "ver pero no tocar", en definitiva que eran muy lanzadas y no tenían reparo en hablar de todo, nos traían locos.
            Menos mal, que la experiencia de  don Ricardo y el poco sentido común que nos quedaba nos permitio centrarnos y sacar bien el curso dejando de lado esas "malas influencias", - alguna excusa hay que poner a que realmente no les importáramos un pimiento -, no he vuelto a saber de ellas.Nos esperaba un nuevo reto, el INSTITUTO.
         Bueno amigos, estos son, en la medida que mi memoria a podido ordenarlos, los recuerdos, las alegrías, muchas, las tristezas, afortunadamente pocas, de mis ocho años de colegio.

6 comentarios:

  1. !Que golfos éramos!, bueno le hecharemos la culpa a la madre Naturaleza. Todos hemos pasados por esas etapas, yo incluso por la del balonmano.
    Un saludo.

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  2. he puesto anonimo, pues como tu no pones tu nombre,yo tambien he estado en el colegio Elena Canel, y nosotras la niñas no teniamos la mente tan calenturienta como ustedes, los niños, solo pensabamos en las notas, yo apenas conoci ningun niño en el colegio con la frontera que teniamos delante que partia niños y niñas. Tengo un buen recuerdo de D. Modesto, Doña Paz, Srta. Angelines. y me se muchos nombres y apellidos de mis compañeras de entonces, tenia como compañera a joaquina(hermana de "Lo y Manuel"guardo con cariño mucho recuerdos de este colegio y despues nos pasaron al Colegio de los Viveros
    si teneis fotos de aquella epoca me gustaria que los pusierais en esta pagina

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    1. Hola querida y anonima amiga, para empezar bienvenida a este ventanal de sueños que es este blog que ha partir de ahora espero que visites cada vez que te apetezca o te interese un tema.Perdona que te corriga pero mi nombre aparece en la cabecera de la entrada, me llamo Paco Villegas y estuve en el colegio Elena Canel entre los cursos del 69 al 77, creo que tu eres algo más joven que yo.En cuanto a ese comentario tuyo de que las niñas "sólo" pensabais en las notas no estoy de acuerdo contigo, tambien había muchas cachondas, y algunas hasta se quedaban embarazadas y no precisamente del Espiritu Santo.Para terminar, en lo de tu petición de fotografías tengo que decirte que e no tengo ninguna y las que aparecen en estas entradas las encontre tras mucho rebuscar en un facebook de antiguos alumnos del colegio y en la pagina del C.B.TRIANA.Ya sabes amiga, aqui me tienes cada vez que quieras, un beso.Ah, se me olvidaba, si quieres en otro comentario me dices tu nombre.Adios.

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    2. Hola soy un alumno del Elena Canel de estos años y fue el portero del equipo se Balonmano, me podéis pasar información yo no me acuerdo mucho y me gustaría constactar con antiguo alumnos

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  3. Bueno, lo mismo yo no me enteraba de las cosas, pues estaría en una "nube", creo que aquella época eras algunas más inocentes,yo entre al colegio con 6 ó 7años no sé si sería el 72, después cuando tendriamos doce años creo nos trasladaron Los Viveros,yo vivia en la C/ Constancia detrás de López de Gomara,alli jugabamos con los niños y niñas de la calle, y los veranos estabamos hasta las tantas, e ibamos con la pandilla o con los padres al cine verano del Barrio León, que recuerdo. Me llamo Encarni y ahora vivo fuera de Sevilla con gran pena pues ahi viví mi niñez y mi juventud. Perdona, no se como va esto de cuenta de googles, así que te voy a poner ánonimo, se me lo explicas te lo agradeceria.

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  4. buenas, Paco. me pongo en contacto contigo porque encontré por casualidad esta entrada en la que explicas que estudiaste en el colegio Elena Canel a finales de los sesenta. Estoy escribiendo un tema y quería hablar con gente que estudiara en ese colegio sobre aquella época. ¿Cómo podría contactar contigo? Muchas gracias por adelantado

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