miércoles, 17 de noviembre de 2010

IN MEMORIAM - FRANCISCO MORALES PADRÓN


                   Alguien importante, no recuerdo ahora quien fue, dijo una vez, "uno no es de donde nace a la vida, sino de donde nace al amor"; eso seguramente sería lo que sintió este grandísimo sevillano que anteayer nos ha dejado, este estudioso de la Historia, de las costumbres, de los personajes de nuestra ciudad, cuando muy joven llego a esta vieja Hispalis desde su Canarias natal.


            En memoria de su recuerdo, como homenaje a uno de los hombres que me enseño a amar a Sevilla, quede aquí un fragmento de uno de los primeros libros de mi BIBLIOTECA SEVILLANA, ese compendio de sabiduría y hondura, de buen gusto y curiosidad que se llama "SEVILLA INSÓLITA".
           
                           TRASLADOS Y ESPERAS
            "Con prisa y suerte podremos llegar a la calle Bustos Tavera, muy cerca de donde estuvo la espléndida escalera que Lope de Vega describe en "La Estrella de Sevilla".No es la escalera piadosa que llevó a los Santos Varones hasta los brazos de la cruz para descolgar a Jesús como lo acabamos de ver, sino la escalera mundana para descender como un "deus ex machina".Y es que hay escaleras hechas para subir y otras para bajar.En esta calle citada, recóndito como todos, se esconde el compás que lleva a una capilla inverosímilmente llena a estas horas y en este día.Frente por frente hay una Virgen Dolorosa, que espera algo.La muchedumbre comparte también la espera; espera dilatada, incómoda, rellena en el rezo del Vía Crucis.De una a otra estación se mueve el sacerdote y acompañantes.El itinerario es mínimo, pero ¡que largo fue en la realidad!.Y que largo sigue siendo para el hombre que recorre el "vía crucis" de su vida y aguarda a que Jesús también exámine , infinitamente muerto físicamente, vaya a parar al regazo de su madre.Como siempre, la expectación es de decenas de minutos para contemplar algo que transcurre en menos de una decena de minutos...Lo de siempre; es más importante soñar la llegada que vivir el llegar.El que va no quiere llegar; el que aguarda no quiere que arribe:Ambos sueñan con la llegada, son esclavos de ella que la imaginan de mil maneras.Es lo que sucede ahora con esta espera de unos fieles apretujados en la capilla de la "HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS DESCENDIDO DE LA CRUZ EN EL MISTERIO DE SU SAGRADA MORTAJA Y MARÍA SANTÍSIMA DE LA PIEDAD".






     ENVÍO: A D. Francisco Morales Padrón, maestro de sevillanía, que nos descubrió algunos de los más hermosos secretos de la Ciudad, que nos enamora a cada paso, en cada esquina.Descanse en paz.

4 comentarios:

  1. Querido amigo, ese capítulo de vísperas semanasanteras, como tantos otros de tantos libros suyos, es una auténtica delicia. En mi blog también le he hecho un pequeño homenaje.

    Por cierto, no sé si habrás advertido que he rebautizado mi rincón y que me he mudado de dirección. Aprovecho la visita para reenlazarte.

    Un saludo.

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  2. Me uno a tu homenaje al Sr Morales Padrón.
    El Diós al que pregonó, a través de la S. Santa de Sevilla, lo acoja en sus benditos brazos.
    Un abrazo

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  3. Buenas noches amigo Enrique.
    Extraordinario el homenaje en tu blog al profesor Morales Padrón, por cierto, ya lo he renombrado en mi lista de Soñadores.Veo que tenemos en común el amor por los corrales de vecinos y el viejo barrio de San Bartolome, escenario de mis paseos melancólicos.Un saludo

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  4. Hola amigo Fali.
    No te quepa la menor duda que los libros de Morales Padrón me descubrieron una Sevilla hasta entonces para mi una gran desconocida, solo por eso este homenaje me parece poca cosa.Que su señor de las Penas y su bendita Madre de los Dolores cobijen su alma para siempre.Un abrazo.

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