sábado, 17 de septiembre de 2011

BYE BYE, RIOS

                             
                             Hoy, un viejo amigo se despide. Esta noche alguien que ha estado junto a nosotros, en momentos felices, en instantes tristes, acompañándonos con su voz, motivándonos e ilusionándonos con sus  mensajes, haciéndonos saltar con su frenética y contagiosa vitalidad, hasta dejarnos llevar por una  potente descarga de adrenalina y hacernos sentir un torbellino de entusiasmo, no nos dice adiós, sino hasta siempre. Hoy ese eco conocido con el que hemos crecido, con el que nos hemos hecho hombres y mujeres, con el que nos hemos enamorado, con el que hemos bailado, porque de una u otra manera,  siempre estuvo en cada uno de esos retazos de vida, se perderá entre las bambalinas, enmudecerá tras el derroche del último bis, y se apagará igual que los focos; entonces, su dueño, satisfecho, cansado y sudoroso, bajará del escenario del Auditorio de Sevilla, pero esta vez por última vez,  tras medio siglo de haberlo dado todo sobre las tablas.
                  Y estoy convencido que por su mente de niño grande de 67 años, pasarán como en un mágico flash-back un torbellino de imágenes que forman una vida exprimida a cada instante, que forman las páginas de una de las más brillantes carreras profesionales que conozco, de una existencia entregada sin reservas a la música y al rock and roll. Y volveremos a revivir junto a MIGUEL las veladas del PRICE, y recordaremos el primer beso en EL RIO , y  bailaremos y nos reiremos con las cosas de su novia  POPOTITOS, y nos emocionaremos con su interpretación inolvidable y mundialmente conocida del HIMNO DE LA ALEGRÍA, y nos mostrará su sentir andaluz, con los ecos de AL ÁNDALUS o el CINCO A LAS CINCO



   Y nos enseñará su lado más hippy, su  compromiso con el cuidado de nuestra madre Tierra en la HUERTA ATÓMICA, y nos gritará de  nuevo , como aquella primera vez BIENVENIDOS hijos del rock and roll.




 Y nos contará historias de carreteras, de moteles, de autobuses en interminables giras de kilómetros y kilómetros con el son triste y cautivador del blues, y de nuevo alertará del peligro de un CABALLO LLAMADO MUERTE, y les dirá a los jóvenes de hoy, que sí, que ahora si que de verdad, ellos son la GENERACIÓN LÍMITE.





    Hasta volvernos a convencer, mientras nos espabila con su ¡jjjeeejjeeeahh, nos se os oyeeeeee ! que atronaba todo el recinto, de que el ROCKANROLL ES UN BOOMERANG, que siempre volverá.Como sé, amigo Miguel, que de cuando en cuando, aunque sólo sea para matar el gusanillo, aunque sólo sea por hacer bueno aquello de que LOS VIEJOS ROCKEROS NUNCA MUEREN, también  tu volverás a compartir con nosotros, entre guitarras, luces y watios, el ritual inolvidable de una noche de Rock,  aunque hoy, seguro que disimulando una lágrima, nos lo cambies por un BYE, BYE, RIOS adiós. Adios MIGUEL, amigo, hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. Fijate amigo que la primera vez que entre en el campo de futbol que hay por Nervión fué para ver a D. Miguel Rios y a Luz Casal, hace un porrón de años.
    Hasta pronto Don Miguel.

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  2. Naranjito amigo, mi parienta si tuvo la suerte de estar con mi pandilla en ese concierto del gran MIGUEL RIOS, y aún se emociona cuando lo recuerda.Aquí el Triti, por esas fechas, estaba vestido de caqui en la otra punta de España (Menorca), pero después, y con ella de la mano, vi un extraordinario concierto de MIGUEL un par de años más tarde en el solar de la MAESTRANZA.Un abrazo.

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