miércoles, 9 de mayo de 2012

AROMAS DE SEVILLA

    
                      Hay una sevillana que dice, "SEVILLA TIENE UN COLOR ESPECIAL", y es cierto, pero no lo es menos que Sevilla tiene un aroma especial, un aroma que conforman muchas fragancias y olores que la distinguen.
        Seguro que las dos primeras fragancias que se os habrán venido a la nariz serán la del blanco azahar que florece en los naranjos cada Primavera, pregonando la certeza de nuestra SEMANA SANTA, y la de las moñas de jazmines que una pequeña niña nos venderá una noche de verano entre los veladores de una terraza, pero además, hay otros olores tan sevillanos como la misma Giralda.
        Sevilla también es el olor a calentitos que nos llegara desde San Julián, desde el Arco del Postigo o la Macarena y el de la pescada, los pedacitos y las pavías de las pescaderias de la Puerta la Carne o el Arenal. Sevilla es el olor de los boquerones adobaos del Blanco Cerillo, Sevilla es el olor a sardinas asadas de la calle Betis y el del mojado albero de la Maestranza.
        Sevilla es el aroma del puñado de alhucema que se quema en una copa  de cisco picón y el olor a serrín y bocoyes de las viejas tabernas.Sevilla es el olor a castañas asadas que se mezcla con el de la canela cuando paseamos en PASCUAS  por la Venera contemplando los escaparates llenos de figuritas del NACIMIENTO y es el envolvente olor a incienso y cera que anuncia el canon perfecto de un paso palio.
        Y nos huele a la más pura SEVILLA el romero de las mañanas del CORPUS y las jarras de nardos de la mañana de la VIRGEN de AGOSTO.
          Hoy quiero cantarle al aroma especial de Sevilla mientras, por la brisa, me llega el gozo de la penetrante fragancia de la primera Dama de Noche.

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