domingo, 17 de febrero de 2013

LUTO EN LA CALLE ALFARERÍA


                Ayer en la mañana nos enteramos de la triste noticia, se nos fue la que, al  menos para mi, era la ultima grande de nuestra COPLA.
                  Ayer nos dejo,  arrullada para siempre por las olas, en esa COSTA DEL SOL  que tanto adoraba, la que llevo con orgullo, como un blasón, de apellido artístico, el glorioso nombre de nuestro barrio.
               Ayer se apago el mejor recitado, la mejor interpretación, de la que todos conocieron como "LA ACTRIZ DE LA CANCIÓN".
               Ayer floreció una rosa en el azulejo de su casa de la infancia, y se cubrío en negro luto la calle ALFARERÍA.
               Ayer, con la grandeza, y al mismo tiempo con la humildad, de la gran señora que siempre fue, falleció a los 76 años,la que nació como  MARÍA FELISA MARTÍNEZ LÓPEZ, y se descubr a SEVILLA, al Mundo entero, a todos los apasionados de la CANCIÓN ESPAÑOLA como MARIFÉ DE TRIANA.Descanse en paz.
 
 

3 comentarios:

  1. De siempre me ha gustado mucho la copla y Marife es una de mis preferidas.
    Descanse en paz.
    Saludos

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    1. Sin duda amigo Fali, la ultima "gran señora" de la copla.Y es que al igual que cuando escuchamos interpretar "OJOS VERDES" o "TATUAJE", pensamos en doña CONCHA PIQUER, cuando escuchemos "TORRE DE ARENA" o esta irrepetible, y una de mis favoritas, "LA LOBA", siempre recordaremos a MARIFÉ DE TRIANA.Un fuerte abrazo.

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  2. Yo me recuerdo, muy chiquito, ir con mi madre al teatro San Fernando, en la calle Tetuán, donde ahora está C&A, a ver el espectáculo de la Marifé. Recuerdo también que apareció en el escenario con un precioso vestido de color verde que hizo que alguien del publico gritase: ¡Viva el Betis!
    Marifé era guapa, guapa de verdad, y yo bien que lo sabía porque mi padre regentaba el bar del cine Florida y en los estrenos de sus películas allá que iba Marifé vestida guapísima, con un lujo que no se correspondía con la época pero que realzaba su belleza.
    Estoy hablando de finales de los años 50, cuando ella contaba los veinte años de edad.
    Por algún sitio de mi casa deben de estar escondidas aquellas fotos en las que yo, un guapo niño de cinco o seis añitos, estoy en brazos de Marifé mientras mi padre le ofrece un ramo de flores.
    Ahora lo ve desde el cielo.

    Rafael Navarrete

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