jueves, 28 de febrero de 2013

UNO NO ESCOGE DONDE NACE.

       

                       No me siento nada independentista, pienso que esos nacionalismos exacerbados que han ido creciendo durante nuestra mal llamada "DEMOCRACIA", pienso que esa defensa fanática y excluyente, si digo bien excluyente, que ha germinado en el corazón, no se si en la cabeza, de muchas de las gentes que pueblan los distintos terruños que conforman este pedazo grande de tierra que es ESPAÑA, es quizás la mayor muestra de "catetismo", de "sinrazón", de "manipulación política que puede darse en nuestros días.Tampoco, los que me conocen lo saben de sobra,  soy nada "españolista", de esos que, a una inmensa mayoría y no hablo por hablar,  aunque lo difracen de neoliberalismo les queda tan solo unos centimetros para la camisa azul y el cara al Sol, de esos que hoy también están tan de moda, de esos que cualquier critica, hoy muchas y muchas  con más sentido que nunca, que pueda hacerse sobre nuestro país, les parece un ínsulto, un cáncer que daña lo que se ha dado en llamar "la MARCA ESPAÑA", cuando no la opinión de un loco o un anarquista, gracias a DIOS que aún tengo mucho de lo uno y de lo otro.
          Lo que realmente me siento en mi interior, en el fondo de mi ser, y cada año que me hago más viejo lo voy teniendo más claro, es CIUDADANO DEL MUNDO, miembro de una tribu mundial que forman millones de personas de distinta raza, credo, habla y tradición, y cada uno de ellas única e irrepetible; sin fronteras, sin banderas, sin lideres manipuladores a los que seguir y a los que mandaría directamente a hacer puñetas.Y es por ese sentido de UNIVERSALIDAD por lo que me gusta tanto esa estrofa del himno de Andalucía, que dice: 
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid tierra y libertad!
Sea por Andalucía libre,
España y la Humanidad.
                   Porque BLAS INFANTE no desliga en él mismo el sentido de Andalucía en España y muchisimo menos el de esta en la Humanidad, porque con el grito de ¡Andaluces, levantaos!, lo que estaba indicando era la sublevación contra la injusticia, contra la explotación, contra la crueldad de los poderosos, de los caciques,  de los señoritos que amordazaban la voz del pueblo; un grito que aún  se sigue repitiendo no solo en nuestro país sino en muchas parte del Mundo, desgraciadamente, todavía en nuestros días.
              Porque  uno no escoge donde nace, es por lo que me gusta tanto el poema de la nicaraguense GIOCONDA BELLI.

 Uno no escoge el país donde nace;
pero ama el país donde ha nacido.
Uno no escoge el tiempo para venir al mundo;
pero debe dejar huella de su tiempo.
Nadie puede evadir su responsabilidad.
Nadie puede taparse los ojos, los oídos,
enmudecer y cortarse las manos.
Todos tenemos un deber de amor que cumplir,.
una historia que nacer
una meta que alcanzar.
No escogimos el momento para venir al mundo:
Ahora podemos hacer el mundo
en que nacerá y crecerá
la semilla que trajimos con nosotros.

             Creo que el nacer en uno u otro país es simplemente casualidad, otro más de los giros que nos da la existencia. Pienso como dijo el poeta  que "Uno no es de donde nace a la vida, sino de donde nace al amor", y que puede sentir que su sitio, su ideal, su hogar, su paraíso en la Tierra, esta a miles de kilómetros del lugar donde su madre lo parió.Este pensamiento no es óbice , por supuesto, para que ame a ESPAÑA, a ANDALUCÍA, a mi tierra chica y grande al mismo tiempo, SEVILLA y porque no, hasta a mi barrio  de TRIANA, y eso que hace ya la friolera de veintiocho años que no habito en él, pero sobre todo lo que amo, lo que creo que hay que defender, comprender y acrecentar es la HUMANIDAD, el sentido de que somos una simple, pero indispensable pieza de un grandioso, inmenso y bellísimo puzzle al que llamamos PLANETA TIERRA.


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