sábado, 7 de junio de 2014

CUANDO UN AMIGO SE VA.

    

       "Compitió 18 temporadas en la elite y  se convirtió en una leyenda en el Estudiantes (1984-1991) y en el CD Baloncesto Sevilla (1991-1996), además de militar en el CB Granada (1996-1998), Cáceres (1998-2001) y CB Valladolid (2001-02),  disputó 605 partidos, convirtiéndose en el sexto jugador de la historia con más encuentros en ACB, y se erigió en histórico en minutos y recuperaciones al realizar un total de 900", recuerda la ACB, pero para mi lo realmente importante, lo único importante es que CARLOS era mi AMIGO.
        CARLOS era el techo de la PEÑA DEL OCHO, casi dos metros de humanidad, de sencillez, de honradez, de buena gente.Todo educación, a pesar de verlo a punto del cabreo, con el gesto serio, cosa rara en él, bastantes veces,  jamas salia un improperio, una mala palabra de su boca.Fue sin duda el mejor educador, en lo deportivo y en otras facetas: el tesón, el sacrificio, el compañerismo,  que ha tenido mi hijo, y un ejemplo a seguir, un espejo donde mirarse, sin caer en el tópico, para SERGIO, el suyo, otro larguirucho, tímido y buena persona.


       Recuerdo con un inmenso cariño y  con nostalgia, cuando fui su DELEGADO DE EQUIPO en el BALONCESTO QALAT.Recuerdo su infinita paciencia conmigo y con los chicos, recuerdos las bromas de vestuario, las notas en las libretitas de mi mujer, la "anécdota" que ante su incredulidad le costo al club cincuenta euros por la "boquita" y el genio de aquí un servidor en la encerrona del NATACIÓN.Y recuerdo los encuentros de la PEÑA DEL OCHO: SUSANA, ANA, su mujer, mi parienta, ANTONIO, CARLOS y yo, entre tapitas, cervezas y una y mil chácharas hasta las tantas de la noche.
       Ahora recuerdo a ANA, ¡ que duro e injusto, DIOS !, y su resignada comprensión cuando CARLOS, la dejaba  sola por su otro gran amor: el BALONCESTO.
 
                    Y cuando volvía a ella, recuerdo a esa dulce mujer, pequeña y frágil, aún más cuando CARLOS la rodeaba con sus largos brazos y parecía envolverla, esconderla, mientras la miraba con ojos de bobo y se le caía la baba.ANA, AMIGA, recibe un fuerte abrazo y un beso, aquí nos tienes para lo que desees, sabes que siempre nos tendrás en SEVILLA para apoyarte.
       Siempre, siempre es difícil cuando un amigo se va, pero aún el sentimiento de impotencia, de incredulidad es mayor, cuando a ese amigo le quedaba tanta ilusión, tanta fuerza, tantos tramos por recorrer; cuando ese amigo era alguien que llenaba cada encuentro de luz, de energía, de alegría y  con el que notabas que, a pesar de los pesares, merecía la pena vivir.
       Fue grande en el baloncesto español, un tío importante, pero sobre todo, por encima de todo, CARLOS MONTES fue, no, mejor dicho, es mi AMIGO.

       CARLOS, allá donde estés, siempre te recordaremos y tendremos en nuestra memoria, la brillante luz de tu ETERNA SONRISA.
       
       


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