jueves, 19 de marzo de 2015

EL CAPITÁN DE LOS ROMANOS.


                       Nos daban el madrugón grande, a las siete y media  todo el mundo en planta, pero nadie protestaba, todo el mundo como si tuviera un resorte daba el salto de la cama y empezaba a arreglarse ligero.Después todos al coche, entonces todavía uno podía acercarse en coche a ver las cofradías, el coche que parecía el carro de la nieve que decían mis abuelos, cargado de niños, desde TRIANA hasta la BARQUETA por CHAPINA, mientras por el PUENTE volvía al barrio otra marea de ESPERANZA, acompañando a la VIRGEN y al SEÑOR, aún no había crecido en mi la devoción al vecino más viejo del barrio, a ese Jesús que caído pero no derrotado, parece querer levantarse mientras RAFAÉ le dice: "Vamos, vamos palante, que ya estamos cerquita de tu casa de la calle PUREZA".
              Pero regresemos la memoria a los años de la niñez, a esa mañana grande de Viernes Santo donde muchos estrenábamos lo nuevo y bonito que otros habían lucido el Domingo de  Ramos; con el RENAULT 6 aparcado, andábamos deprisa porque habíamos quedado con el resto de la familia en la puerta de TEJIDOS MANOLO el de la RESOLANA. Todas las ramas que habían crecido de ese tronco fuerte y rudo que se llamaba ANTONIO SALAZAR y de esa señora, señora, aunque no tuviera apellidos ilustres y su reino fuera la cocina y un refregador con añil, un ángel en la tierra y en los cielos, que atendía al bendito nombre de CARMEN LAPPI, se encontraban allí, en uno de los días grandes de la familia.
             Y se iba levantando el Sol, primero despacio,lentamente,y después con más prisa como si él tampoco quisiera perderse el acontecimiento que obraba el milagro de que el barrio volviera al barrio, las calles eran ya una riada de gentes, y se pintaba en las cara de los mayores la satisfacción y el orgullo, aunque hiciera años que hubieran dejado esa viejas casas, desvencijadas y ruinosas, y se escuchaba la ruidosa algarabía, la alegría desbordada de los niños,y se respiraba la alegría de pueblo, que es la alegría más hermosa del Mundo, mientras por la brisa mañanera ya se acercaba aún muy lejano el sonido de los tambores y  las cornetas. 
           Y ya se notaba entre el bullicio la bendita impaciencia de esperar a la ESPERANZA. Al cielo azul celeste se escapaba algún globo, y los mios nos orillábamos en la esquina del cine BECQUER, delante los pequeños, mis primos y hermanos, mas inquietos que el rabo de un perro, sin dejar de reír y saltar de nervios, detrás mis padres y mis tíos, adultos hablando de sus cosas.
          Mientras cada vez el eco de la trompeteria se iba haciendo más claro, veíamos algún nazareno, con el rostro cansado y  el antifaz bajo el brazo, gozosamente derrotado por la Madrugá, como un enviado, como un explorador adelantado de ese ejercito de terciopelos morados y verdes, de cascos airosos de plumas blancas, y calmados durante un rato, sentados en los adoquines, ante el disgusto de las madres: "Eah, toda la ropa pal lavao", ante la medio benevolente, medio displicente compresión de los padres: "Niña, dejalos que disfruten", dábamos buena cuenta de unos papelones de calentitos que mis tíos MANOLO y PACO, habían traído del kiosco de ALFONSOatravesando el mar embravecido de fervores macarenos que se iba encrespando frente al ARCO. Ni que decir tiene que esa ardua travesía tenia la ayuda, "indispensable" por otra parte, de un CARAJILLO o una copa de CAZALLA, echado al gaznate en un visto y no visto en el bar "PLATA".
            Y tras el desayuno,  todos a  una, asaltábamos el canastito cargado de dulces mercancías, de limón, de fresa o naranja, de ese chavalín, repeinado y aún con cara de sueño, que con túnica impolutamente crema, pasaba de la mano de una ufana, orgullosa y jaquetona madre, camino de casa de sus abuelos en la calle ADELANTADO, que ya esperaban gozosos ver a su nietecito en su primera salida cofradiera.
            Y así entre una y otra tabarra a todo chiquillo nazareno o monaguillo que veíamos con el consabido: "NAZARENO DAME UN CARAMELO....", que entonces no existía el bombardeo de merchandising cofrade de hoy en día y los sevillanitos solo pedíamos, eso sí tan machaconamente como en la actualidad, o cera o caramelos, se nos fue acercando la plateada CRUZ DE GUIA, escoltada por los faroles, de la única cofradía de la Madruga que existió en mi niñez.

     El ejercito de capirotes morados y algún "despistado" verde iba pasando lento antes nosotros que ya deseábamos descubrir los destellos del sol sobe el dorado del paso; algunas de nuestras madres se quejaban ya del dolor de los tacones, mientras los padres, con disimulo, las miraban con cara de guasa.
    La marchas sonaban cada vez más claras, más reconocibles, hasta que de pronto, doblando la esquina de ESCOBEROS,  aparecían los ciriales, y muy, muy despacio, guiado por la voz  rota de MIGUEL LORETO, el impresionante y majestuoso trono dorado, donde JESÚS escucha la sentencia mientras PILATOS se lava las manos.
    Y  el impresionante misterio se iba alejando,  entre la admiracion de ojos de plato y el aplauso de los niños,  la emoción, los rezos llenos de fervor, las lágrimas de nostalgia en los ojos de lo más mayores. Después, pegado a nosotros, el redoble, ran ran cataplan , inconfundible del tambor de PEPE HIDALGO, Y ya todo eran plumas, enaguas carmesíes, muñequeras, rodelas, paso racheao entre bromas de una legión de hombres, que cansados pero satisfechos volvían a la MACARENA tras ronear por toda SEVILLA.
 
De pronto lo vi, con su desfilar garboso, orgulloso, como de paseillo torero,con su coraza dorada , con su espada corta en la mano, que lo distinguía de las lanzas de la tropa,  con su casco atiborrado de plumas, sonriendo y saludando con una leve inclinación de la cabeza a  los macarenos a su paso.Lo vi y desde la acera, yo el más mayorcito de todos, les dije casi gritando  a mis hermanos y primos, dandomela  de enteraillo, de conocer como ninguno las cosas de la Semana Santa: "Mirad, mirad, es el CAPITÁN DE LOS ROMANOS".
    Fue entonces, cuando sin esperarmelo,  con una caricia sobre mi cabeza y una sonrisa de benevolencia y cariño, un anciano que estaba a nuestro lado apoyado en su bastón: pelo blanco, traje impoluto, corbata verde esperanza y escudo dorado en la solapa, uno de esos hermanos que con su cirio, durante tantos, tantos años, había ido cerca, muy cerca de la Virgen , hasta que las piernas dijeron:"Eah, maestro, hasta aquí hemos llegado" me dio mi primera lección de sabiduría cofrade, de gramática parda en el ser y sentir en la FE MACARENA cuando hablándome despacio y muy bajito me dijo: "No mi arma,no, estos no son ROMANOS, estos son ARMAOS, que no es lo mismo, hijo mio, ¡ que siempre ha habido clases !, y por muchas tierras, por muchos pueblos, que las tropas del AFRICANO, de MARCO ANTONIO o JULIO CESAR conquistaran, no pueden compararse a estos hombres que tienen en sus rostros el ANGE, la GUASA que se mama en los puestos de la fruta o del pescao en los Mercados de la calle FERIA o la ENCARNACIÓN y en su porte la elegancia, serena e imperial, el gesto de los patricios de esta "ROMA triunfante en ánimo y nobleza", que dijera el gran manco de LEPANTO, esta CENTURIA heredera de solera y tradiciones, que son capaces de conquistar el corazón de una ciudad en tan solo una MADRUGÁ  y además tienen el privilegio, el gozo impagable de  ser guarda y escolta del mejor de los nacíos, del Hijo de DIOS, del SEÑOR DE LA SENTENCIA, y de su bendita madre la VIRGEN MARÍA, que aquí y en PEKIN tiene por nombre el de  ESPERANZA MACARENA". 
           

ENVÍO : A todos los mios en el recuerdo de la mañana del VIERNES SANTO de mi infancia y a la memoria de JOSÉ LOPEZ, " PEPE EL PELAO", eterno Capitán de los ARMAOS de la GLORIA .
Nota del TRITRI : Rafaé es como le llamamos los trianeros al Centurión romano que a caballo le indica el camino al SEÑOR DE LAS TRES CAIDAS DE TRIANA.

2 comentarios:

  1. Yo nací enl la calle Feria, hace "taítantos" años, por lo tanto, tengo todo ese tiempo...
    Me has traido muy buenos recuerdos de infancia y juventud. Mi casa, el nº 185, al ladito de la de Jesús de la Rosa, vocalista del grupo Triana y gran amigo mío que fue.
    Entre los personajes célebres y entrañables de nuestra Semana Santa, sin duda, "El Pelao", que paseó como nadie sus plumas y coraza durante muchos años...
    Magnifico blog, enhorabuena.

    Mari Carmen.

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    1. Perdona Mari Carmen mi tardanza en la respuesta, ante que nada bienvenido a este ventanal de sueños que es mi/tu blog que te agradezco que te guste.Amiga has sido una autentica privilegiada, no solo has nacido en una de las calles de SEVILLA que más me fascinan por muchos motivos, si no que ademas has sido amiga de uno de mi más admirados sevillanos, ¿ quien de nuestra edad no es un enamorado de las canciones de TRIANA ?.Espero seguir contado con tu comentarios,Un beso

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