LA SEVILLA DE LAS CIGARRERAS

                  Retomo mi paseo por la Sevilla Romántica, por esa Sevilla decimononica que creció a la sombra de la que se dio en llamar "La CORTE CHICA", que sentó sus reales en el PALACIO DE SAN TELMO, hoy sede de otra corte, la del ínclito Sr. GRIÑAN.
                 Los DUQUES de MONTPENSIER,  D. ANTONIO DE ORLEANS, tipo fascinante e intrigante donde los haya y su esposa, a la sazón hermana de la reina ISABEL II, Doña MARIA LUISA FERNANDA DE BORBÓN, y padres de esa "DALIA QUE CUIDABA SEVILLA", del famoso y luctuoso cuple, la joven y desgraciada reina MARIA DE LAS MERCEDES, vivieron muchos de los capítulos de sus vidas en este palacio, sede de la antigua Escuela de Mareantes que adquirieron a mitad del siglo XIX, y que antes de fallecer, la Infanta MARIA LUISA, muy beata ella, dono como SEMINARIO para la Archidiócesis,  y sus jardines,  al Consistorio Hispalense, para que se convirtieran en el Parque más emblemático de nuestra ciudad y que perpetua su nombre.

                Vamos a pasear por la Sevilla que vio construir la ultima, y de vida más efímera, de sus puertas, la conocida como PUERTA NUEVA o de SAN FERNANDO, porque en la desembocadura de esta calle se alzaba, y que solo estuvo en pie poco más de un siglo, exactamente entre los años de 1.759 al 1.868, y por cuyo vano imaginario pasaremos para envolvernos, entre carruajes y caballos,  entre elegantes señores y lozanas y ruidosas muchachas,entre militares de flamante uniforme y golfillos de pantalones sucios y raídos, en el ambiente de la SEVILLA DE LAS CIGARRERAS.
                Y con la imaginación avanzamos por la calle que lleva el nombre del Santo Rey, hasta plantarnos delante de la grandiosa portada de la Universidad, sobre ella, la estatua de la Fama con su trompeta parece querer anunciar algo a los vientos, como los antiguos pregoneros de los pueblos.

         
      Aquí el ir y venir del tranvía, de las bicicletas, el incesante ajetreo de los bares de enfrente, repletos sus veladores de giris y de chicos y chicas, con libros, con mochilas, que hablan de examenes, de protestas, de los recortes que en la Educación esta perpetrando ese indeseable y cínico ministro WERT, han distraido por un momento el auténtico sentido de este paseo.
              Porque, no estoy aquí para hablar de catedráticos ni políticos, ni de rectores ni de planes de estudio que solo sirven para demostrar una vez más la ineficacia de nuestra clase dirigente, ni siquiera, llevado por mi fascinación, para deciros que en la pequeña capilla se encuentra radicada la Hermandad por todos conocida como "LOS ESTUDIANTES", cuyo crucificado titular es una de la imágenes de Jesús que más me imponen y que con más paz llena mi espíritu, porque este es un paseo por el pasado y a el volvemos.
             El edificio de la Real Fabrica de Tabacos comenzó a construirse en 1.725, pero fue a mediados del siglo XVIII, cuando el flamenco SEBASTIÁN VAN DER BORCHT se hizo cargo de las obras cuando realmente se consolido esta maravilla de la  arquitectura que llegara a los años venideros.
             Deambulemos por sus galerías, cruzándonos con las guapas cigarreras que viene y van a sus puestos de trabajo.Con sus amplias faldas y sus delantales, con su pelo recogido en un roete y adornado con una flor.
             Quiero embelesarme con esas bellezas morenas que quizás mitificaron en exceso los franceses Merimée y Bizet, con su novela y su opera, o el paisano GONZALO BILBAO con su mítico lienzo.Porque la verdad es que el trabajo de estas mujeres es muy duro, muchas horas entre los desperdicios del tabaco, en largos y mal iluminados corredores.

             Quizás, el mito de sus grandes y rasgados ojos no sea tan falso, es cierto que muchas de ellas lo tienen dilatados a causa del polvillo de picadura que, constantemente, tiene que soportar.
             Pero soñadores, siempre, siempre, la leyenda es más hermosa que la realidad, y así me las cruzo camino de mi barrio de TRIANA, con sus profundos ojos negros que me miran picaramente, van en grupo, buscando el puente, que hace poco construyeron,y que se llama como la REINA.
             Algunas van con sus niños  en brazos, y otras, las más jóvenes, cortan el suave silencio de la tarde con su charlotear corralero, con sus risas alocadas que tanto me cautivan, atronando la brisa del GUADALQUIVIR.
             Ahora vuelvo a la capilla, y allí las veo, arrodilladas delante de su Virgen cigarrera de la Victoria, que tanto sabe del amor del pueblo y de la realeza, recatadas, rezando el santo rosario.

         
           Mi imaginación os ha traído un paseo por la Sevilla de las cigarreras, de los jardines del Cristina, de la corte de los MONTPESIER, y lo ha hecho de la mano de unas mujeres fuertes, decididas y trabajadoras, enamoradas y celosas, misteriosas y cautivadoras, bellas en su sencillez, idénticas, sin mitos ni operas, a tantas y tantas mujeres de mi Sevilla.