MOMENTOS CON LA VIRGEN.

            

   No es ninguna idiotez, aunque habrá quien le parezca lo contrario, decir que la figura de la Virgen tiene mucha importancia en SEVILLA, no en vano el titulo de MARIANA que luce en su heráldica desde mediados del siglo pasado.

               Muchos de sus hijos, a los de la Ciudad y la Virgen me refiero, contamos muchos de nuestros días de existencias por momentos vividos con ambas, en una dualidad mágica e, aunque algunos no lo crean así, indisoluble.

                      Y los momentos con la Virgen se reavivan, año tras año, en un rito de amor que no nos cansamos nunca de repetir.Momentos de encuentros, intimos o multitudinarios, que marcados en nuestro corazón, como almanaque de sentimientos, nos reconfortan con su Divina Presencia.
              Momentos de Invierno, como aquellos que vivimos, en la casi soledad de su capilla, cuando ya hermosamente preparada como una Reina para su besamanos, nos embelesamos ante la belleza inigualable de nuestra ESPERANZA TRINITARIA, o los que vivimos junto a la Ciudad toda, cuando sus tunas van a cantarle-rezarle a la Virgen INMACULADA.

             Momentos de Otoño, momentos de ROSARIO, humilde y sencilla, como los son la mayoría de sus gentes, cruzando garbosa las calles de su BARRIO LEÓN, y momentos de Patronazgo antiguo, de devoción de siglos, cuando la REINA, en la calle FERIA no hay ni que decir su apellido, baja de su altar y se posa en el grandioso monumento de su paso para recorrer el barrio.

             Momentos de Primavera, momentos, momentos, cuantos momentos que casi no quiero nombrar a ninguno por no dejarme a ninguno en el tintero.Momentos de emoción al contemplar bajo la luna llena, el ascua azul y plata de MADRE HINIESTA en la oscuridad de DOÑA MARÍA CORONEL.

       Momentos de emoción al ver abandonar el barrio cruzando el Puente a mi Virgen de la SALUD.Momentos de girar, con disimulo, no sea que el celador se de cuenta, la cabeza, para ver como viene, dulce, dulce, mi REINA de GRACIA y AMPARO, bajando la CORREDURIA.
      Momentos, momentos de Madrugá, en SAN LORENZO con MAYOR DOLOR y TRASPASO, en calle ZARAGOZA, con la más hermosa doncella de la PRESENTACIÓN, y de nuevo calle FERIA y TRIANA con las Reinas de la ESPERANZA.

      Y más momentos de ESPERANZA, esta vez más mios, más intimos con mi VIRGEN DE LA O, desde SAN PABLO hasta que se pierde en CAMPANA, y el SABADO, como dijo un día el pregonero: "De nuevo la ESPERANZA", TRINITARIA de mi alma en cada instante, aún sin verte, en cada esquina de once horas de Estación.
                   Y el momento del Verano, el encuentro con la PATRONA, cuando toda SEVILLA, de forma unánime, ahí no hay ni pueblos ni capital, ni trianeros ni macarenos, ni aljarafeños, ni gentes de los ALCORES, hay SEVILLANOS, devotos que van como un solo corazón a postrarse a las plantas de la gran SEÑORA,de la dulce MADRE por la que los REYES reinan, con la fresquita, cuando casi acaba de amanecer el día.

            MOMENTOS con la VIRGEN,  para, tomando prestadas, lo que para mi es un honor, las palabras de uno de los más grandes, en humildad, en bonhomía, en saber cofrade y sevillano, ese buen hombre y mejor capataz que ya forma parte de la cuadrilla del SEÑOR DE LA SALUD haya en los Cielos, el gran MANOLO SANTIAGO: "QUE LA GENTE QUE NO SABE VENIR A LA IGLESIA, APRENDA A REZAR POR LAS CALLES".
           AMIGOS SOÑADORES quedan poco más de veinticuatro horas para volver a revivir, con la alegría, con la emoción, con la fe que se repite desde hace siglos, este emocionante momento, la MAÑANA DE LA VIRGEN.