Por fin sopla un aire de esperanza por Heliopolis, una brisa limpia y fresca que nos devuelva a los que nos sentimos, y nos sabemos béticos, la pureza, la autenticidad, de lo que tantos años un usurero y su cuadrilla de interesados aduladores nos han privado, de un BETIS que era santo y seña de arte, de pundonor, de vergüenza torera; de un BETIS que era, espero que algún día vuelva a hacerlo, recibido con simpatía en cada punto de España; de un BETIS que, sin tener las vitrinas cargadas de títulos, llevaba el titulo de la dignidad por bandera.
Un viento firme que limpie a mi BETIS, al REAL BETIS, de todo rastro de podedumbre, de hedor, de ambiente contaminado, sucio y toxico, para dejarnos, otra vez, con nuestra humildad, con lo que siempre fuimos, incluso con nuestra honrada pobreza , con un horizonte claro, con un mañana, lo más cercano posible, en que los beticos, la mayor cantidad de beticos , seamos los que decidamos nuestro futuro.
Y ese aire de esperanza verde y blanca, es más que aire, ese viento que derriba muros de opresión y falsedad, es más que viento, porque para levantar de nuevo el vuelo de nuestro BETIS ha soplado un vendaval, un vendaval que viene desde la historía más grande de nuestro club, un vendaval que es leyenda que tantas veces han intentado ningunear, un vendaval que es un puro corazón barrado con las treces barras de la lucha y el pundonor, del amor a unos colores, un vendaval del POLIGONO que muchos vimos correr por la banda, desgarbilado, con las medias caidas, y que junto con un señor bajito de Valladolid, JULIO, tú también debes de estar aqui y ahora, formaron uno de los duos mejores, el gordo y el flaco, que ha pisado la yerba del BENITO VILLAMARIN.
Este vendaval, creo que ya todos lo sabeis, lleva por nombre el de
D. RAFAEL GORDILLO VAZQUEZ.
ENVIO: ¡Gordo, en ti confiamos!, en tu buen entendimiento, en tu honradez y entrega,en tu amor al BETIS, en tus manos toreras ponemos esta dura faena.¡SUERTE MAESTRO!.
Dí que sí, que D. RAFAEL sabe que nos tiene detras, seguro que cuenta con los béticos.
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