NATIVIDAD SEVILLANA

                     


   Erase una vez en un tiempo lejano, en una ciudad llamada SEVILLA , vivían junto al río un matrimonio bueno, trabajador y honrado; el se llamaba JOAQUÍN, Ella se llamaba ANA.

             

            Nunca habían hecho mal a nadie,  por lo que todos los vecinos le tenían un gran cariño.Un día, el Señor para premiarles alegro su hogar con el nacimiento de una niña, tan bonita, tan dulce, que no se parecía a ninguna.La feliz pareja decidió ponerle por nombre María.

           Con el paso de los años, la niña se convirtió en una hermosa muchacha, de ojos grandes y tez suave, tan bondadosa como sus padres, que ayudaba en todo lo que podía a los trianeros.A María le gustaba sentarse junto al río a mirar las barquillas con sus blancas velas desplegadas, se iba allí casi todas las tardes 

           Una de ellas, un muchacho que vivía en la otra orilla, en el barrio del ARENAL, y que era carpintero de ribera, llamado José la vio y al momento, se enamoro de Ella.

          También la llama del amor prendió en el corazón de la chiquilla, los desposorios no tardaron en llegar.Aquel día Triana era una fiesta, tal era el cariño que la gente le tenía a María y su familia.

          Una mañana, la muchacha le hizo un revelación a su marido, le dijo que no sabía si lo había soñado pero que un ser blanco y alado que surgió de los cielos del Aljarafe le había anunciado que en su vientre engendraría a un niño que sería el MESÍAS, el Salvador del Mundo, y que ese anuncio, lejos de asustarla, la había llenado de paz y alegría.

José también soñó con ese ángel y, consciente de la virginal pureza de su mujer, acepto prudente el designio de Dios, ofreciéndose para educarlo como un padre.

    

        María esperaba tan gozosa ese momento, aguardaba con tanto ilusión el nacimiento de ese hijo, que todos empezaron a llamarla María de la ESPERANZA.

        Sintiendo ya cercano el feliz acontecimiento, la joven pareja decidió buscar casa, pues la de TRIANA era muy pequeña.

         

        Y comentan las viejas voces , los antiguos ecos, que como por aquel entonces, la especulación,  el problema de la vivienda era tan grande como en nuestros días, no encontraban nada y el alumbramiento se acercaba, entonces, tuvieron que refugiarse en un arco que había en la MACARENA, al lado de unas murallas y unas huertas.Allí María tuvo a su niño, confortados por el calor de un buey y una mula que un bondadoso huertano les había traído en la oscura y fría noche.

    

    Y siguen contando por la vetustas esquinas de la ciudad, que alertados por una brillante estrella que apareció de repente en el cielo, por donde hoy más o menos, se levanta la torre a la que llamamos GIRALDA, fueron a verla los hortelanos y los sederos, los alarifes y los chapineros que le regalaron al niño unos chapines únicos e irrepetibles; y dicen que hasta tres Reyes de lejanas tierras quisieron conocer a ese niño milagroso al que llamaban Jesús los payos y Manué  los gitanos de la Cava de su barrio de TRIANA.

        Toda Sevilla llevo sus presentes a Aquel que había nacido tan humilde, pobre entre los pobres,bajo la cal del Arco.

    

    Y aún hoy, muchos siglos después, esa dulce muchacha, María de la ESPERANZA, sigue viviendo en la MACARENA, al ladito de donde parió a su Hijo, ese niño Jesús que hecho hombre, esta en SAN LORENZO para salvarnos, con el GRAN PODER de sus manos.


ENVIÓ : A todos los hombres y mujeres del Mundo. JESÚS nace lo mismo en el Arco de la MACARENA que en el barrio de VALLECAS, en una fabela de RIO que enmedio del desierto del SAHARA, nace en cualquier lugar donde haya alguien que ilumine su corazón con su mensaje de PAZ y AMOR.
     
            ¡FELICES PASCUAS Y MUY PROSPERO AÑO 2.011!