Muchos que se las dan de moderno os han desprestigiado; muchos, creyéndose gurus del buen comer y críticos de la restauración os han ofendido diciendo:
"Es que a Sevilla, lo que le faltan son buenos restaurantes y le sobra tantas tabernas".
Hoy, a modo de desagravio, gloriosas tabernas de Sevilla, bares de barrio de siempre, quiero dedicaros un pregón sencillo.Un pregón con el regusto que deja en el gaznate, el mosto nuevo que nos viene cada otoño del Aljarafe, un pregón con el olorcillo a buen aceite (cuando es bueno, es bueno)
del humo de freír pavías de bacalao y con la bendita pringuecita que suelta, gloria bendita, una buena loncha de jamón de la serranía de Huelva.
Vosotras, antiguas tabernas de Sevilla, nos ofrecéis el rincón amable para confortar la soledad, el ambiente para la charla, para la reunión animada con los viejos amigos, la muda complicidad de vuestras paredes para el primer beso, y también nos ofrecéis cultura, sino que se lo pregunten a la tertulia "ALBA DE MARES", o a la pintora CARMEN LAFFÓN.
Vosotras, sabéis de la cultura de los libros, de los pinceles, pero también de la cultura de la vida que nos imparten esos catedráticos del moyate, siempre que no sean unos esaboríos , que en una barra de madera, con más muescas que las pistolas del COYOTE, cada vez que abren la boca para contarnos algo, es como si se abriera de par en par las puertas de la Universidad de la Calle.
Acercaos, acercaos sevillanos, a disfrutar de vuestras tabernas, de todas aquellas que se han zafado de la garra del peloteado y protegido General Robles.Acercaos a gozad de esos bares sencillos que luchan día a día contra el Imperio de la glotonería americana y de los cafés en vaso de plástico.
Disfrutar de unos boquerones en adobo, que se gozan primero con el olor desde que llegamos a la estatua de PASTORA IMPERIO en BLANCO CERILLO, de la buena chacina que en la Plaza de los Venerables, nos servirán en CASA ROMAN, o de las espinacas con garbanzos, capricho de dioses capillitas que nos ponen en "EL RINCONCILLO" en el mismo sitio desde hace varios siglos.Echar un paseito hasta la calle Feria para tomar una rubia en el VIZCAÍNO tan fresquita como la que ya nos habremos hincado en el TREMENDO de SANTA CATALINA, llegaros a Palacios Malaver para disfrutar del arte y de la gracia del buen amigo JEROMI, macareno por los cuatro costaos.
Salir extramuros para por donde Pió XII saborear cualquiera de los montaditos,( recomiendo el bacalao macerado o pida un pacos) en la taberna ALBORES de JUAN MORALES, llegaros al barrio de San Bernardo para deleitaros con las papas con choco de CASA RAMIREZ, y desde allí coger el imaginario tranvía que va al Cerro, para , único moderno de la cosecha, gozar de las tapitas de LA TATA en el Plantinar sin olvidaros dejar un huequecito para al llegar al JUNCAL, chuparnos los dedos con las cabrillas o los caracoles de CASA PACO.
El mismo chupeteo que disfrutaremos en Triana, tras cruzar a la otra orilla, o si lo preferimos cambiar los cuernos por las alitas de los pajaros de CASA RUPERTO o los pinchitos de SALOMÓN en López de Gomara, bajar hasta el barrio de San Gonzalo para degustar los calabacines o el pulpo de CASIMIRO, o subir por San Jacinto para gozar de la pavía o de los huevos a la flamenca del bar OLIVA.
Y después, antes del postre helado en la FIORENTINA, acercarnos al barrio del Arenal, y en la antigua calle de la MAR, disfrutar con los ojos, con el olfato, con el paladar de dos tabernas, tabernas, de las de autentica solera, oloroso, moscatel o vino de naranja, una enfrente de la otra, CASA MORALES y la TABERNA .DIAZ SALAZAR
Tabernas de Sevilla que no solo nos ofrecéis el exquisito placer de vuestras tapas, el néctar de los dioses, ese vino que embriagaría al mismo BACO, sino que además en cada bocado, en cada trago, nos estáis dando a probar gran parte de la más pura esencia de Sevilla.
He dicho.
ENVÍO: A Juan María Morales y a Manolo Ramirez Rubio, ilustres taberneros y fotógrafos cofrades de Sevilla.
Aplausos.
ResponderEliminarEs lo único que cabe.
Saludos.
Peazo Pregón.
ResponderEliminarPor cierto, conozco al bueno de Manolo Ramirez desde la gestación de MUNARCO, que fué idea suya. Que te cuente como empezó la Muestra de Artesanía Cofrade, que te lo cuente entre tapita y tapita en su rinconcito gastronómico en San Bernardo, creo. Le debo una visita y una larga charla. Buena gente el "morche", jejejej.
!ostras! si yo tenía que comentarte tu entrada. Es que despues de tantos lugares como pregonas y tantas cerevecitas no estoy fino.
Lo dicho "peazo pregón"
En mas de una (y de dos, y de tres...) me quedaba yo a vivir, jeje. Un lujo que, afortunadamente, aún se puede disfrutar, como los pavías de bacalao que cené este sábado en el Rinconcillo después de ver la Macarena.
ResponderEliminarSaludos.
¡Jeromi, mi querido Jeromi!.
ResponderEliminarEsa cecina de León mientras me meto con su Betis, esos parroquianos tan del barrio. . .
Gracias por la entrada.
Un abrazo.
Buenasss amigos sohaañadores:
ResponderEliminarPerdonach lo tarde que oss agradescho vuestrass visitaas, pero es que estoyy de tintitos de pezcuecho hasta el nivel y un posquillo perjudicao.Esch que a la gentilischima invtación de tantos peazchos de taberneros nos she puú desschi que no.Me ha faltao, ná mash el Moe del barrio.SSCHaludos y a vesch schi se deais caer por aguna barra.
En serio, - y sin papalina -, muchas gracias por vuestros comentarios.