DESNUDA Y SIN MAQUILLAJE

       

        Como a mi me gusta, desnuda y sin maquillaje, me estoy refiriendo a la VERDAD. El  pasado Domingo por la tarde, bendita coincidencia del destino teñido en verde esperanza, se adueñaba de las calles de SEVILLA la VERDAD,  desnuda y sin maquillaje. 

                            En ese 15 M, que quedara para siempre marcado a fuego en mi corazón como uno de los días donde comprobamos que nunca estuvimos equivocados; que el empuje, la entrega, el sacrificio, la fidelidad a unas ideas,  el tesón, la honradez, la humildad, el compañerismo, la autenticidad, tarde o temprano tienen su premio.
             Y la VERDAD en este soleado Domingo de Mayo cubrió las calles, con dos gritos, tan distintos, pero tan importantes, tan diferentes, pero tan inseparables en lo más hondo de mi ser.

             De un lado, caminando enarbolando banderas verdiblancas Palmera abajo,  la VERDAD de un sentimiento, de una emoción, que se agranda, que se hace aún más fuerte en la desgracia, en la adversidad, que cobra el verdadero sentido de su lema, cuando tras el sufrimiento, vuelve a gozar las mieles del triunfo, alcanzando de nuevo, y esperemos que sea para siempre, el Olimpo de los elegidos, la Gloria de las estrellas, mientras como un trueno de felicidad, resuena en el cielo cárdeno de la tarde, ese himno antiguo que se pierde en la noche de los tiempos: "BETIS, BETIS, BETIS".

             

Y del otro lado, desde la Plaza de España, hasta el mismo corazón de la Ciudad, un río de banderas multicolores, porque así debe ser, amarillas, rojas, verdes,  rojinegras, todas juntas, unidas, arropando la  única bandera de la VERDAD más rotunda, la VERDAD de cada día, la VERDAD de los desengañados, de los desilusionados, la VERDAD de los que quieren solo vivir en paz, de los que quieren poder estudiar y trabajar, de los que no quieren sentirse insultados, llamados bellacos y piratas, por los que les roban y les estafan poco a poco su libertad, su tranquilidad,  de los que tras tantos y tantos años de ceguera y sordera, vuelven a ver la luz, vuelven a escuchar la VERDAD de que hay otro  camino, otras formas, que no podemos quedarnos inmóviles ante la prepotencia, ante la injusticia, ante la corrupción , ante el enriquecimiento de unos pocos a costa de muchos, ante la indignidad de los que no sirven al pueblo sino que se sirven del pueblo, para decir que no queremos más disfraces, más maquillajes, más teatro malo, más discurso vano y repetido hasta la saciedad, más marionetas manejadas por asesores y que dentro de poco volveran a repartirse el pastel dejándonos a los ciudadanos las migajas, si es que nos llegan, y encima tenemos que llamarles Padres de las Patría y mantenerlos a cuerpo de Rey.

               Quince de Mayo, que gran Domingo teñido de verde esperanza.La esperanza de comenzar un nuevo camino, como siempre lo hizo mi BETIS, desde la sencillez, desde la humildad, para asentar sus reales en donde nunca tuvo que faltar, entre los más grandes; y la esperanza de encontrar, por fin, la VERDAD de unos ojos abiertos, de unas voces que se unen, para clamar, para exigir, para denunciar. que no queremos más mentiras, más falsas promesas, de unas manos que se levantan y se hacen una sola para trabajar por algo que merece la pena, que sería tan hermoso si consiguiéramos alguna vez que exista como es la DEMOCRACIA y la PAZ.Esta es, desnuda y sin maquillaje, como a mi me gusta, la autentica VERDAD.