Seguramente en el Mundo no habrá una ciudad que haya sido capturada por el objetivo de una cámara, atrapada en esa magia de 8 mm. del celuloide, tantas y tantas veces como lo ha sido NEW YORK, la ciudad de la GRAN MANZANA.
Seguramente no habrá en el Mundo un artista que haya atrapado la esencia, el sabor, el pulso diario de una ciudad durante un tiempo, los años 50 y 60, como lo hizo uno de los más grandes, uno de los pioneros en el uso del color, el extraordinario SAUL LEITER.
SAUL LEITER nos muestra a través de sus fotógrafias, los personajes, las escenas cotidianas, la vida de sus calles, de sus establecimientos, el día a día de esa gran urbe, que se siente palpiltar en cada una de sus obras.
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