sábado, 24 de diciembre de 2016

SETENIL - UN PUEBLO DEL NACIMIENTO.



                  El día de la PURÍSIMA, realizamos  uno de los viajes que más veces recuerdo haber postergado: visitamos con mi PARIENTA, mi HIJO, mi CUÑADO y mi preciosa sobrina SARA, esa autentica maravilla que es SETENIL DE LAS BODEGAS.
                  SETENIL DE LAS BODEGAS es uno de esos pequeños pueblecitos andaluces, arracimados en la SIERRA DE CADÍZ, en la que se conoce en el MUNDO MUNDIAL como la RUTA DE LOS PUEBLOS BLANCOS.


                 Pero si otros pueblos como UBRIQUE, EL BOSQUE o GRAZALEMA parecen querer encaramarse en la montaña, como subidos sobre el verdor de los alcornoques y las encinas, SETENIL parece incrustado en la misma roca,como si los GIGANTES PÉTREOS quisieran engullirse el puñado de casas blancas que surgen entre el verdor y los grises de la piedra.
                Tras aparcar el coche, algo complicado la verdad, bajamos por una larga cuesta, larguísima, hasta llegar a las dos principales calles, las más conocidas, la de las CUEVAS DEL SOL y la de las CUEVAS DE LA SOMBRA, pero antes un pequeño descanso, con cervecita incluida, en el BAR ZAMUDIO, allí desde 1.937, entreteniéndonos con el curro que tiene el municipal para regular el cruce, super estrecho, y por el que pasan hasta camiones, y por supuesto, autobuses turísticos. 

                SETENIL esta de bote en bote, un inmenso gentío se cruzan una y otra vez por las curiosas calles cubiertas literalmente por la montaña, me recuerda, y más teniendo en cuenta las fiestas, a los pueblos que cruzaron, hace más de dos mil años MARÍA y JOSÉ en su camino hacía BELÉN, esos pueblecitos del NACIMIENTO, que escondemos uno aquí, otro allá, entre las montañas de corcho.

                Entre amables y simpáticas parroquianas que nos ofrecen lotería de la hermandad de la VERACRUZ, otras que nos ofrecen ACEITE de la COOPERATIVA, nos damos un lento paseo, entre tanta gente tampoco se puede ir muy ligero, tampoco hay necesidad, porque hay que fijarse en los rincones en las esquinas, en los BALCONES con macetas, en los comercios que cuelgan la CERÁMICA propia de la SIERRA directamente en la montaña que sirve de pared del establecimiento.

  Una jornada maravillosa para descubrir, y disfrutar, de otra de esas joyas únicas que tiene ANDALUCÍA, y que durante tantos y tantos años no hemos sabido vender. 
              Como cierre de este post de turismo rural, que no os podéis perder, dos recomendaciones gastronómicas, una para tomar en el mismo pueblo,otra para llevar a casa.
               Para un buen tapeo, la gente no espera casi una hora por gusto, la variedad y la calidad de BAR FRASQUITO, y como hay tanto, solo nombrare su tapa estrella,  LA MASITA, obra cumbre de su dueño, ya sea de morcilla,  de chorizo o de salchichón, es la hamburguesa según SETENIL, como decimos en SEVILLA, pá jatarse.
               Y calidad para llevar, lo dejamos para la próxima visita, LA CUEVA DEL IBÉRICO: jamón, chacinas, quesos y vinos de la zona, ¡ riquisimos ¡.
               Bueno, AMIGO SOÑADORES, no olvidéis su nombre, SETENIL DE LAS  BODEGAS, un pueblo del nacimiento.
               Ah¡ aprovecho para desearos a todos unas FELICES PASCUAS, que ese NIÑO que nace de la ESPERANZA, ese niño que debe de crecer en nuestro interior os traiga FELICIDAD y PAZ a vosotros y a vuestras FAMILIAS.

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