domingo, 6 de junio de 2021

LA PIÑA Y LA PIZZA.


                      Estamos en una sociedad demasiado radicalizada, estamos en una ESPAÑA totalmente polarizada; un país donde abundan los poseedores de las VERDADES ABSOLUTAS , los que nunca dan su brazo a torcer, los que se lo amputarían antes de reconocer que se equivocan o que el otro quizás pueda tener razón.
               Una ESPAÑA donde si tienes serias dudas sobre si alguna de las dos partes de alguna cuestión, más o menos trascendente, tienen argumentos de peso para convencerte, o no tienes nada claro cual de los  contendientes puede ser merecedor de tu atención, cuando no de tu apoyo moral, te dirán que eres un PUSILÁNIME, un IMBERBE , un SINSUSTANCIA , o directamente un INDOCUMENTADO o un INCULTO , suponiendo que no te dediquen el peor de los adjetivos que  los generadores de OPINIÓN, de TENDENCIAS de este  RIDÍCULO PAÍS que tenemos en este pandémico 2.021 te endiñaran si no tomas partido claro en todos y cada uno de esos  "trascendentes" e importantísimos, ¿ de verdad ?, ASUNTOS : "EQUIDISTANTE, que eres un EQUIDISTANTE".
               Estamos en una sociedad, en un tiempo, donde son los HATERS, por un lado, o los OFENDIDITOS, por otro, los que siempre se llevan el gato al agua en ese lodazal, en ese apestoso campo de batalla, en que al menos para mi, se convierten, un día sí y otro también, las REDES SOCIALES.  
              Por eso, me devuelve la confianza en algunos seres humanos, me hace pensar que todavía hay CRITERIO , hay SENTIDO COMÚN,  hay personas que tienen claro el significado de la palabra ECUANIMIDAD , una cualidad tan perdida, y yo diría que tan perseguida y ninguneada, el mensaje de artículos como este de MIKEL LEJARZA , curiosamente en DIARIO DE SEVILLA un medio que, de un tiempo a esta parte, ha tomado un giro descaradamente a la DERECHA  nada NEUTRAL , en la mayoría de sus columnistas.
           MIKEL LEJARZA , un periodista y productor de cine y  televisión con una trayectoria, con un olfato para el éxito, difícilmente superable, explica en esta columna, mucho mejor que vuestro amigo el  TRITRI , con los pies totalmente en el suelo, y con una pincelada de humor,  los nubarrones de la duda, de la incertidumbre que tantas veces pueblan nuestras mentes, y que nos hacen huérfanos de la CERTEZA, pero al mismo tiempo LIBRES de VERDADES INAMOVIBLES.
                               

                                LA PIÑA Y LA PIZZA.
                          Mikel Lejarza.               

"Lo siento. Me gustaría tener las ideas 

claras y poder disertar con rotundidad 

en uno u otro sentido, a favor o en contra;

 sobre el indulto a los condenados por el procés;

 los elegidos por Luis Enrique para disputar 

la Copa de Europa; la idoneidad del impuesto de 

sucesiones; la pizza con piña o sin ella, u otros

 temas de actualidad. Pero no soy capaz del blanco, 

ni del negro, y me he instalado en un gris 

que en nada pega con el sol del verano que 

llama a nuestras puertas. Las certezas se 

entienden más rápido que las dudas; y para 

aquellos que las comparten significa sentir

 que no están solos con sus criterios, que hay 

otros que los comparten, que forman parte

 de un grupo.

    Las dudas, pese a los halagos de los filósofos

 que consideran que dudar es pensar; aparecen 

más vinculadas a espíritus que viven al margen 

de las manadas o los equipos. En tiempos donde 

quien carece de un dogma al que adorar y servir, se 

entiende como alguien peligroso, sin 

creencias y poco decidido; nadar entre orillas

 firmes se asemeja a dejarse arrastrar por las corrientes 

sin hacer nada  para evitarlo. Y no es así. Hay dudas

 muy  razonables y sólidas, sobre todo en un tiempo 

en el que cada vez tenemos menos interrogantes 

en el relato de nuestras vidas, y más principios 

inamovibles. Nos estamos haciendo hooligans

 irascibles de nuestras ideas y no le damos 

ni medio milímetro de razón a quien no piensa como 

nosotros. Y así el mundo se va llenando de 

dogmas de fe y de herejes, inamovibles todos en 

nuestras particulares trincheras. Pero y si 

¿estuviésemos equivocados? Y si

 ¿los otros tuviesen al menos cierta parte de razón?


        Dirán de nosotros, los que dudamos, que  

estamos acomplejados, que carecemos de la 

solidez necesaria e incluso que no somos de

 fiar por falta de convicciones. Como si no fuera

 posible ser del Barca, pero admirar a Zidane; 

o ver razones a favor y en contra en temas complejos 

como el indulto o el aborto; o sentirse republicano, 

pero defender al actual rey por su gestión como máxima 

autoridad del estado. La realidad tiene muchos grises,

 no todo es blanco o negro y dudar en ocasiones es 

razonable. Pero también hay certezas. La más 

obvia, pese a que con frecuencia la olvidamos, 

consiste en el hecho de que nadie tiene la razón 

plenamente en nada y que por tanto hay que

 dialogar y ceder para llegar a acuerdos que 

nos permitan sentirnos cómodos todos en 

un cuerpo común. La segunda, que la gastronomía 

admite todo tipo de fusiones, pero la

 pizza jamás con piña.


               SONIDO DE FONDO: Yo soy de LOS PUNSETES , como siempre, geniales, mordaces  e irónicos: "UNA PERSONA SOSPECHOSA".


 

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LOS SOÑADORES COMENTAN: