Muchos ya conocéis mi admiración por la música de PINK FLOYD, muchos ya sabéis que la mayoría de sus discos, junto con las creaciones de mis paisanos de TRIANA, son una parte indispensable en la banda sonora de mi vida, seguramente, los dos puntales fundamentales sobre los que se asientan las canciones de otra multitud considerable de grupos y de solistas que son imprescindibles para entender mis preferencias musicales e incluso, si me apuras, gran parte de mi forma de interpretar la existencia.
Es por esto, por lo que no podía dejar de hacer referencia a la relación del grupo de CAMBRIDGE con otras de mis pasiones: el CINE. Hagamos, amigos soñadores, un repaso a vuela pluma, con sonidos e imágenes, de la vinculación de los WATERS, GILMOUR, WRIGHT Y MASON con el fascinante mundo del celuloide.
El idilio de los FLOYD con el séptimo arte comienza casi desde sus propios inicios, cuando la banda solo contaba con poco más de un año de vida, el director PETER WHITEHEAD, los invita a incluir algún tema en la película-documental, TONITE LET,S ALL MAKE LOVE IN LONDON, - tan poco conocida por otra parte que solo he conseguido una cartelera de la época -, pero donde aparecían , pedazo de elenco, entre otros: VANESSA REDGRAVE, MICHAEL CAINE, JULIE CHRISTIE, MICK JAGGER y ERIC BURDON entre otros, amén de la música de los grupos liderados por estos dos caballeros, THE ROLLING STONES y THE ANIMALS. PINK FLOYD, acaban incluyendo dos temas. "Interstellar overdrive" y "Nick,s Boogie" del más puro estilo psicodélico, y aún con SYD BARRET en la banda.
Pero es en 1.969 cuando el grupo, ya con DAVID GILMOUR, escribe por primera vez una banda sonora completa para un largometraje, "MORE", el primero rodado por el director francés BARBET SCHROEDER, que cuenta como un joven arquitecto alemán conoce a una chica en París, que le invita a ir a IBIZA, donde se dejará llevar por una intensa, extraña y dramática relación, marcada por una espiral de sexo, amor libre y drogas.
La película, que tuvo varios cortes de la censura de aquel entonces, se convirtió en un éxito, más como un film de culto que desde la óptica comercial, y nos dejó, al menos para mi, el primer gran ALBUM en la carrera de los PINK FLOYD.
Un año después, PINK FLOYD había incorporado tres temas a la película de MICHELANGELO ANTONIONI, "ZABRISQUIE POINT".El director italiano, junto con la lucha de la juventud de esos años en Estados Unidos contra lo establecido,- un canto de rebeldía y frescura -, nos deja un fuerte alegato contra el CONSUMISMO, el afán compulsivo de acumular cosas, de la alienación del ser por TENER, con una apoteósica escena final, donde, con una larga y espeluznante explosión, acompañada por el increíble, obsesivo y aterrador sonido del "CAREFUL WHIT THAT AXE, EUGENE", algo modificado y con el extraño titulo de "COME IN NUMBER 51, YOUR TIME IS UP", nos representa la metáfora ¿premonitoria? de a dónde nos lleva este estilo de vida: a la total DESTRUCCIÓN.
En 1.972, son dos las aportaciones de PINK FLOYD al séptimo arte, la primera de ella la banda sonora para la película "EL VALLE", segunda colaboración con BARBET SCHROEDER, y que conformaría el álbum "OSCURED BY CLOUDS", una lenta historia sobre un extraño viaje en busca de un valle que nunca ha pisado nadie porque se encuentra precisamente así, OSCURECIDO POR LAS NUBES. El largometraje no tuvo buena acogida, y hasta ROGER WATERS dijo del mismo que era "DEMASIADO ABURRIDO". Lo mejor, además de algunas piezas musicales, los paisajes de NUEVA GUINEA.
Y la segunda, otra de las grandes joyas del grupo de ROCK SINFÓNICO más importante de todos los tiempos, la película-concierto PINK FLOYD-LIVE AT POMPEII. Grandiosa, espectacular, impresionante el montaje de las tomas de las ruinas de la antigua ciudad, de la actuación del grupo en el anfiteatro, mezcladas con las imágenes alucinantes de las erupciones volcánicas, y el magma fluyendo en una magnética y subyugante conjunción.Y en ella, la envolvente, mágica e inolvidable interpretación, entre otras, por primera vez en vivo, y sin público,- otra curiosidad -, de una de las obras maestras del cuarteto, "ECHOES".
Y para poner colofón a esta entrada, la mayor aportación a la cinematografía de toda la carrera del PINK FLOYD, una auténtica OPERA-ROCK, la más grandiosa obra conceptual, sin duda, del grupo de las mejores obras conceptuales de toda la música del siglo XX, "THE WALL", y aunque mi preferida es "WISH YOU WERE HERE", tengo que reconocer que hubo un antes y un después en la forma de montar un macro-concierto, de ofrecer un espectáculo detrás de este muro, incluso hubo un antes y un después detrás de este muro en la propia existencia del grupo.
Y de la película, que os puedo decir de ella que muchos de vosotros no sepáis. Dirigida magistralmente por ALLAN PARKER, con un extraordinario BOB GELDOF (que malitos son los lunes, colega) en el papel de PINK, con un guión de ROGER WATERS, autor también de casi todas las canciones, nos relata, al fin y al cabo el álbum, una alucinante historia mezcla de retazos de la vida de SYD BARRET y el propio WATERS y con unos intrigantes e irrepetibles minutos de animación a cargo de GERALD SCARFE, que ya colaboró en las ilustraciones interiores del disco.
Elegir un tema de "THE WALL", es verdaderamente complicado, pero me he decidido por este "COMFORTABLY NUMB" , por dos razones: la primera porque tengo especial predilección por los temas en los que GILMOUR tiene cierta relevancia, y en este hay uno de los mejores solos de guitarra de su carrera; la segunda, porque en la letra que nos canta DAVID GILMOUR y que nos recita ROGER WATERS, creo que esta sintetizado el sentido critico de todo el disco y hace referencia diáfana al estado anímico al que las "mentes preclaras" nos quieren conducir.
Como dice la letra: " EL NIÑO CRECIÓ, EL SUEÑO TERMINÓ, YO ME VOLVÍ CONFORTABLEMENTE INSENSIBLE ".
Ojalá, nunca, nunca, amigos soñadores, nos volvamos confortablemente insensibles, porque tened la certeza que siempre, siempre, habrá alguien esperándonos al otro lado del MURO.
Y de la película, que os puedo decir de ella que muchos de vosotros no sepáis. Dirigida magistralmente por ALLAN PARKER, con un extraordinario BOB GELDOF (que malitos son los lunes, colega) en el papel de PINK, con un guión de ROGER WATERS, autor también de casi todas las canciones, nos relata, al fin y al cabo el álbum, una alucinante historia mezcla de retazos de la vida de SYD BARRET y el propio WATERS y con unos intrigantes e irrepetibles minutos de animación a cargo de GERALD SCARFE, que ya colaboró en las ilustraciones interiores del disco.
Elegir un tema de "THE WALL", es verdaderamente complicado, pero me he decidido por este "COMFORTABLY NUMB" , por dos razones: la primera porque tengo especial predilección por los temas en los que GILMOUR tiene cierta relevancia, y en este hay uno de los mejores solos de guitarra de su carrera; la segunda, porque en la letra que nos canta DAVID GILMOUR y que nos recita ROGER WATERS, creo que esta sintetizado el sentido critico de todo el disco y hace referencia diáfana al estado anímico al que las "mentes preclaras" nos quieren conducir.
Como dice la letra: " EL NIÑO CRECIÓ, EL SUEÑO TERMINÓ, YO ME VOLVÍ CONFORTABLEMENTE INSENSIBLE ".
Ojalá, nunca, nunca, amigos soñadores, nos volvamos confortablemente insensibles, porque tened la certeza que siempre, siempre, habrá alguien esperándonos al otro lado del MURO.
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