Que las ultimas palabras que Blanca Brisac, la mayor de las rosas, dedico en una carta a su hijo antes de morir, nos sirvan para perseguir una ESPAÑA sin rencor, sin odio, donde,de una vez por todas, todos podamos conseguir el bienestar, la paz y la libertad.
Querido, muy querido hijo de mi alma.
En estos últimos momentos tu madre piensa en ti. Sólo pienso en mi niñito de mi corazón que es un hombre, un hombrecito, y sabrá ser todo lo digno que fueron sus padres. Perdóname, hijo mío, si alguna vez he obrado mal contigo. Olvídalo hijo, no me recuerdes así, y ya sabes que bien pesarosa estoy.
Voy a morir con la cabeza alta. Sólo por ser buena: tú mejor que nadie lo sabes, Quique mío.
Sólo te pido que seas muy bueno, muy bueno siempre. Que quieras a todos y que no guardes nunca rencor a los que dieron muerte a tus padres, eso nunca. Las personas buenas no guardan rencor y tú tienes que ser un hombre bueno, trabajador. Sigue el ejemplo de tu papachín. ¿Verdad, hijo, que en mi última hora me lo prometes? Quédate con mi adorada Cuca y sé siempre para ella y mis hermanas un hijo. El día de mañana, vela por ellas cuando sean viejitas. Hazte el deber de velar por ellas cuando seas un hombre. No te digo más. Tu padre y yo vamos a la muerte orgullosos. No sé si tu padre habrá confesado y comulgado, pues no le veré hasta mi presencia ante el piquete. Yo sí lo he hecho.
Enrique, que no se te borre nunca el recuerdo de tus padres. Que te hagan hacer la comunión, pero bien preparado, tan bien cimentada la religión como me la enseñaron a mí. Te seguiría escribiendo hasta el mismo momento, pero tengo que despedirme de todos. Hijo, hijo, hasta la eternidad. Recibe después de una infinidad de besos el beso eterno de tu madre.Blanca.
Un símbolo del sufrimiento de muchos y de la injusticia de cualquier régimen dictatorial.
ResponderEliminarRencor no, Justicia sí.
Saludos, compañero.
De siempre me he sentido muy impactado por la historia de estas trece mujeres que me descubrió la película.
ResponderEliminarImpactante los dos últimos párrafos de la carta y la verdadera fe que desprenden.
Buena entrada Tritri, felicidades.
Amigo Triana, ¡que bonita carta y que triste!, me ha recordado la "Nana de la cebolla" de Miguel Hernandez, por la situación, tan parecida.
ResponderEliminarUn recuerdo para éllas y un abrazo para tí.
Igual que el amigo Rafael, descubrí a estas mujeres grácias a la película, y la carta grácias a tu blog.
ResponderEliminar"hasta la eternidad" amigo.
Si amigas soriano, estas mujeres son símbolo del sufrimiento, de la injusticia, pero también sin duda, son símbolo de una amistad inquebrantable, indestructible hasta el último soplo de vida. En cuanto ha vuestro segundo párrafo, solo deciros que uno de mis grandes temores, es si los españoles saben lo que significa la palabra reconciliación, una de mis terribles dudas es si muchos no confunden el significado de las palabras justicia y revancha. Salud y lucha, compañeras.
ResponderEliminarImpactante la historia, impactante la película, impactante y muestra de una fe sólida y verdadera la carta, amigo Fali.Y que decir de la interpretación: soberbias, al menos para mi, Pilar lópez de Ayala, Marta Etura, Nadia de Santiago, Verónica Sánchez, Luisa Martín, Gabriella Pession, una película con grandes papeles femeninos. Un abrazo mi arma y gracias por tu piropo.
ResponderEliminarPues sí amiga tortuguita, tiene muchos puntos en común la carta de Blanca Brisac con el poema que en su día estando en la carcel de Sevilla, le dedico a su hijo el gran Poeta Pastor. Para las 13 rosas, el recuerdo eterno y admirado, para ti el mayor de los besos y los abrazos.
ResponderEliminarNaranjito, la mayoría descubrieron la historia de estas valerosas mujeres gracias a la película de Martínez Lázaro, ya que sus nombres y su memoria prácticamente eran invisibles hasta el 2.003 y el largometraje se hizo solo cuatro años después, te recomiendo a ti, y a todos el documental “QUE MI NOMBRE NO SE BORRE DE LA HISTORIA”, resultado de la investigación de los hechos y con testimonios reales de mujeres de la Cárcel de Ventas. Hasta la Eternidad, no amigo, que eso queda muy, muy, lejos, que aquí el TRITI, si Dios quiere espera seguir dando unos pocos años más de guerra. Un abrazo.
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