sábado, 29 de mayo de 2010

LA LUZ

Si hay algo que distinga a Sevilla, si hay alguna carasteristica que la diferencie de las otras famosas y hermosas ciudades, esa es sin ninguna duda LA LUZ.
   Muchos y grandes lo testimoniaron en el pasado:


    "Hoy, un sol lejano y tierno remata en oros fragilísimos los altos  miradores y techumbres. Y en todo - aire, cielos, plantas, sonidos - hay como una anunciación transparente y profunda. En esta luz virgínea que comienza a ensayar la pereza luminosa del estío, el sevillano atisba muchas cosas entrañables: primero la Semana Santa. !Ya hay lirios!Luego, esas nupcias de la ciudad con la sana alegría, que es la primavera en júbilo"     - Joaquin Romero Murube   -

     " Nada más tenaz, minucioso pero arbitrario, que un niño observador.A la caida de la tarde eran las deslumbrantes irisaciones del agua  mi seducción mayor.Parecia que los ojos se bañaban en tanta reverberación.El sol desleia su caja de acuarelas en los espejos del rio, inyectado de no sé qué luz.Yo no veía el sol, que se agazapaba a mis espaldas al ir a ponerse tras de las colinas del Aljarafe.Pero la corriente del rio llevaba a aquellas horas de los días despejados, todas las naranjas y las violetas del mundo"   - Rafael Laffón -

          Tambíen en nuestros días fueron muchos los que lo afirmarón:

     "El misterio supremo de Sevilla es la luz, violenta, clara, limpia, preñada de los colores que lleva dentro dispuestos a desparramarse por cualquier choque prestando escenario adecuado a las túnicas y las imágenes de cada cofradía"    - Jóse María Javierre  -

      "Sevilla consagra a lo largo del año un catálogo de luces que forman por si mismas el calendariode la ciudad.Luz transparente y fría del invierno sevillano, como de cal muerta que revive con el calor tibio de la mañana.Luces que tornan el amarillo espeso cuando el sol bajo que entrevió Romero Murube entra por las puertas de las vísperas que anuncian la fiesta solar de la Semana Santa.Luz fragmentada y reunida en los miles de cirios que alumbran las calles que se purifican con los restos apagados de la cera.Farolillos que pespuntean la bóveda negra de la noche durante los días de Feria.Naranjas agridulces de los atardeceres interminables de junio, con la plata refulgente del Corpus esperando que Sevilla vuelva a ser Heliópolis, la ciudad del Sol, durante la mañana del esplendor.Densidad fatídica para el fotógrafo, luz que ciega y nubla el entendimiento, calores de un verano que se ensaña con la ciudad que presume de esa  inclemencia  como si fuera un mérito.
      Y la luz más hermosa, la del otoño decadente y tibio, la de esas tardes de octubre o de noviembre que agonizan en unos crepúsculos diseñados por Alguien que todo lo puede"   -  Francisco Robles  -

       Y estoy seguro que en el futuro, dentro de muchos años, también habra alguién que de fe de ello, porque Sevilla sera siempre LA LUZ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LOS SOÑADORES COMENTAN: