1.944 - JOAQUIN ROMERO MURUBE
"Seguramente que no existe pueblo alguno como el sevillano, tan capacitado para el goce jocundo de la vida, En realidad, ese difícil secreto de Sevilla, que tanto buscan los escritores y los ensayistas, no es más que eso: la capacidad biológica excepcional, los veneros inagotables de goce que para todo el mundo atesora, por designio divino, esta ciudad maravillosa.No me refiero a los goces de tipo material.En ese aspecto quizás sea Sevilla una ciudad incómoda desde la climatología hasta la vivienda, pongo como cosas las más elementales para estar cómodamente en algún sitio.Lo veneros de goce a los que me refiero son imponderables; están en la luz, en el aire dormido de las calles, en el misterio de las plazas, en el silencio de los patios, en la luz con sueño de algunos ojos, en un más allá indefinible y arcano que nos hace, de pronto, al ir por la calle, al estar en nuestro balcón, subir los ojos, mirar al cielo y sentirnos llenos de una felicidad sin limites, no sabemos por qué....."
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